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Un Chinook sube hasta los 17000 pies para colaborar en una prueba aeroespacial

lunes 15 de abril de 2019

Número: 7305

El Chinook inicia el traslado del cohete

 

El Chinook inicia el traslado del cohete

Un Chinook del Batallón de Helicópteros de Maniobra V subió hasta los 17.000 pies, altitud nunca alcanzada antes por uno de estos helicópteros en España, para colaborar en las pruebas de recuperación de un cohete que está realizando el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial, en las instalaciones de El Arenosillo, en Huelva, el 11 de abril.

El proyecto, en el que interviene también la Agencia Espacial Europea, consiste en hacer posible que el lanzador suborbital Miura, que sirve para llevar satélites al espacio, se pueda recuperar tras haber cumplido su cometido y regrese a la Tierra para poder ser reutilizado. Para ello, había que subir a la altura mencionada y lanzar el cohete para comprobar la correcta apertura de los paracaídas encargados de frenarlo en su reentrada a la atmósfera.

La tripulación del Chinook de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra fue la encargada de hacer realidad esta prueba, que resultó un éxito, ya que los tres paracaídas de los que iba provisto el cohete se fueron abriendo de forma secuencial para permitirle un tranquilo amerizaje frente a las costas onubenses, de donde fue recogido por uno de los barcos que esperaban su regreso.

El experimento requirió de una enorme preparación previa, puesto que había que identificar la altitud, el peso y longitud total de la carga para poder realizarlo. También había que tener en cuenta que nunca en España un Chinook había alcanzado los 17.000 pies. De hecho, se determinó que no podría llegar a esa altura si la temperatura superaba los 27 º C, o si la humedad del aire posibilitaba condiciones de engelamiento.

Por suerte, el día de la prueba no se dieron estos factores y la tripulación —provista de máscaras de oxígeno, como se requiere para vuelos por encima de los 13.000 pies— pudo llevar a cabo este experimento que supone un éxito para la investigación y la industria aeroespacial española —ya que el cohete es de la empresa PLD Space, también española—, y en el que el Ejército de Tierra ha aportado su granito de arena.