Los hermanos Hernangómez comparten el triunfo de la Selección de Baloncesto con el Ejército

Los campeones mundiales de la Selección Española de Baloncesto Guillermo y Juan Alberto Hernangómez han compartido su triunfo con el Ejército español, durante su visita, el 19 de septiembre, al Cuartel General de las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra, en Colmenar Viejo (Madrid).

A su llegada, portando la medalla recién traída de China, tras la victoria ante Argentina el pasado 15 de septiembre, los militares les recibieron entre aplausos y ovaciones de “campeones” e incluso les prepararon una pancarta como agradecimiento.

Tras ello, se dirigieron hasta las instalaciones del Batallón de Helicópteros de Transporte V, donde mantuvieron un encuentro con el personal de la unidad que formará parte del contingente que desplegará en noviembre en Irak. Los campeones trasladaron todo su apoyo a los militares que se integrarán, próximamente, en el Grupo Táctico Toro y les agradecieron la labor que realizan por España con su participación en misiones internacionales.

También conectaron por videoconferencia con el personal desplegado actualmente en Irak y les mostraron su agradecimiento por un vídeo que realizaron en apoyo a la Selección española en el que mencionaban los nombres de los jugadores mientras se lanzaban un balón de baloncesto. «Lo nuestro es un deporte, nos divertimos, y al fin y al cabo es más fácil; vuestra misión es más complicada», decía Juancho Hernangómez, como se le conoce popularmente.

Su hermano, en cambio, ha elegido el apellido de su madre, también campeona en el mismo deporte, y ha plasmado en su camiseta la denominación Willy Geuer. «Tanto mi padre como mi madre fueron grandísimos jugadores de baloncesto. Nos lo han enseñado todo y todos los valores que tenemos es gracias a su ayuda», explicaba.

La visita para los hermanos terminó con un vuelo táctico en un helicóptero Chinook en el que sobrevolaron las inmediaciones de la base “San Pedro”; algo novedoso para ellos, que les sirvió para estar más cerca de ese cielo que ahora tocan con las manos tras el último gran triunfo.