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jueves 27 de abril de 2017

Nombre: 41

La Primera Guerra Mundial y su decisivo año de 1917 debatidos en el Palacio de Capitanía General de Barcelona

Aspecto de la audiencia. Foto: OC-IGE, Sdo Tarancón

Aspecto de la audiencia. Foto: OC-IGE, Sdo Tarancón

Aplausos al conferenciante. Foto: OC-IGE, Sdo Tarancón

Aplausos al conferenciante. Foto: OC-IGE, Sdo Tarancón

Agradecimiento de la IGE. Foto: OC-IGE, Sdo Tarancón

Agradecimiento de la IGE. Foto: OC-IGE, Sdo Tarancón

El coronel de Infantería Diplomado en Estado Mayor José Romero Serrano analizó ayer en una conferencia pronunciada en el Palacio de Capitanía General de Barcelona los principales acontecimientos del decisivo año de 1917 en la Primera Guerra Mundial. El Coronel José Romero, consumado estudioso del tema, está destinado en el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ejército, concretamente en la ponencia Historia Militar Siglo XX y fue profesor de Historia Militar en la Escuela de Estado Mayor del Ejército.

La Jefatura de la Inspección General del Ejército ha querido inaugurar el programa de conferencias de este año tratando un tema histórico del que se cumplen cien años. En ese decisivo año de 1917, la Gran Guerra llega a un momento clave. El enorme coste en vidas de los frentes, las penurias de la población civil, y la toma de conciencia de que el fin de la Guerra se aleja cada vez más, crea un desánimo generalizado entre los países contendientes, quebrando incluso la unidad política en el seno de cada una de las potencias. Aparecieron protestas de soldados y mandos que se transformaron en auténticos motines que fueron duramente reprimidos. Aumentó considerablemente el número prófugos y desertores. Aparecieron huelgas generales en Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y especialmente en Rusia. También surgieron brotes nacionalistas y se sucedieron grandes manifestaciones pacifistas. Sin embargo hay dos acontecimientos clave que cambiarán el signo de la Guerra: La Revolución Rusa y la entrada en guerra de los EE.UU.

Este último fue el elegido por el coronel Romero para que a través de un título tan sugerente como “La Primera Guerra Mundial, año 1917. Acontecimientos decisivos: EEUU entra en guerra”, desvelara hasta qué punto la irrupción de una potencia como Estados Unidos, con su formidable peso económico, demográfico y militar, alteró las expectativas de alemanes y austro-húngaros e inclinó la balanza definitivamente del lado de los aliados. El coronel Romero orientó la conferencia sobre tres aspectos: el contexto geográfico y la definición de los teatros de operaciones; las campañas militares; y la organización de los ejércitos, los conductores militares y la dirección de la guerra.

En el primer punto, el coronel Romero analizó con detalle el mapa europeo antes y después de la guerra. Mapas que mostraban una Europa de Imperios, el primero, y la Europa fruto del Tratado de Versalles, el segundo, muy próximo a nosotros. En el primero se observan unas zonas calientes: Alsacia y Lorena, el “saliente polaco”, Trieste y el Trentino, y los márgenes del Imperio Otomano; zonas que definirán los teatros de operaciones, siendo el frente occidental el de nuestro interés y en el que Estados Unidos pondría sus efectivos. Sobre este primer punto, concluye, hay una observación operacional y otra de naturaleza estratégica: sobre la primera, el frente occidental  después de la campaña de otoño del 14 va a permanecer estabilizado, aunque todos entendieron que era el teatro decisivo. En el plano político-estratégico, la guerra va a ser la “Gran Guerra”, centrada en una Europa que saldrá reconfigurada por la revolución y los nacionalismos.

Sobre el segundo punto -las campañas militares- el coronel Romero realizó una síntesis cronológica de las más importantes. De esta manera, esbozó la campaña inicial del 14 que ha sido preparada concienzudamente por los estados mayores y que enfrenta los planes denominados Schlieffen (alemán) y XVII (francés). Siguió con el año 1915 en el que se producen las batallas de desgaste y las operaciones periféricas (Gallipoli, Mesopotamia) sobre un frente occidental estabilizado que va desde Suiza al mar del Norte. Continuó con el año 1916, el de las grandes batallas coordinadas de dimensiones nunca vistas hasta entonces: Verdún, el Somme, la ofensiva Brusilov (en el este). Prosiguió con el año 1917, el año de los acontecimientos decisivos: “La ofensiva Nivelle” francesa, las batallas británicas en el norte del frente (Arras-Vimy Ridge; Yprés, Cambrai); la revolución Rusa que la aparta de la guerra; la entrada de EEUU en guerra; la guerra submarina sin restricciones; el colapso italiano en Caporetto; y la caída de Jerusalén. Finalmente, el coronel Romero resumió el definitivo año 1918, el de “las cinco ofensivas de Primavera” de Ludendorff para tratar de derrotar a los aliados antes de que los EEUU estén en disposición de intervenir en campaña, aspecto que no lograron los alemanes, cerrando las divisiones americanas dos de las cinco acometidas para luego sumarse al contraataque aliado ordenado por Foch (26 de julio)

En el último aspecto tratado en la conferencia  -ejércitos nacionales, conductores militares, y dirección de la guerra-, el coronel Romero disertó sobre algunas de las características de los ejércitos en conflicto. En este sentido, la mayoría de las potencias se nutrieron de ejércitos nacionales de soldados de reemplazo, con previsión de una masiva movilización en recursos humanos y materiales. Por ejemplo, Alemania y Francia mantienen unos 800 mil hombres en armas, más los procedentes de movilización. El ejército británico tiene, en cambio, unos 160 mil profesionales encuadrados en 7 divisiones, que se multiplicará por 10 en Europa (65 divisiones) mediante voluntarios y posteriormente los reclutados forzosos. El ejército americano apenas mantiene en 1914 106 mil efectivos organizados en 6 teóricas divisiones. En 1918, desplegará más de un millón de hombres en Francia con 42 divisiones agrupadas en dos ejércitos -la división, con unos 12 batallones y sobre 15 mil hombres en total, es, en verdad, la unidad de medida-.

Entre los principales conductores de las operaciones, el coronel Romero mencionó a los mariscales/generales franceses Joffre, Nivelle, Pétain, y Foch; por parte alemana, von Moltke (sobrino), Falkenhayn, Hindenburg, y Ludendorff; en Reino Unido, French, Haig y Allenby; y por EEUU, Pershing. Sobre la dirección de la guerra, resaltó el contraste entre un modelo de cooperación aliada  en el cual se establece una dirección estratégica a cargo de los líderes políticos asistidos por una representación militar (Allied Supreme War Council), y que se desenvuelve bien durante 1918;  frente a un modelo de control militar que adopta su máxima expresión cuando Ludendorff planea y dirige las operaciones de 1918 sin intromisión política alguna.

Finalmente, el coronel Romero concluyó que la intervención americana fue más decisiva por el efecto moral favorable que se originó en los ejércitos aliados y en la población civil, y por el efecto político de armonizar la propuesta de “los 14 Puntos del presidente Wilson” con los términos y las imposiciones del Tratado de Versalles, que por la aportación directa en el campo de batalla.

A la conferencia asistieron, un centenar de personas y fue presidida por el Inspector General del Ejército,  teniente general Fernando Aznar Ladrón de Guevara, quien estuvo acompañado por el fiscal del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, José María Romero de Tejada, y el Comandante Militar de Barcelona, general Jesús Llorente, entre otros.