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Inauguración de la exposición 'Ferrer-Dalmau y la estela de Cusachs'

Thursday, October 6, 2011

Number: 1141

Un sencillo acto en la Capitanía de Madrid presenta a dos geniales pintores

 

 

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Mesa presidencial en la inauguración de la exposición (Foto:Ignacio Mohedano/DECET)

El JEME fue el encargado del corte de la cinta

El JEME fue el encargado del corte de la cinta (Foto:Ignacio Mohedano/DECET)

 Obra de Ferrer-Dalmau titulada Rocroi, el último tercio

Obra de Ferrer-Dalmau titulada Rocroi, el último tercio (Foto:Ignacio Mohedano/DECET)

ico_pdfVer triptico de la exposición

El Palacio de Capitanía de Madrid, sede de la Dirección de Acuartelamiento del Ejército, era anoche un hervidero; militares y civiles ultimando detalles e invitados en busca de su asiento. Había llegado el momento de inaugurar la exposición "Ferrer-Dalmau y la estela de Cusachs. Estampas de un Ejército de Barcelona a Madrid" -que permanecerá abierta al público del 6 al 30 de octubre- y, para ello, el Ejército abrió sus puertas a los dos geniales pintores con un sencillo acto.

La presidencia correspondió al jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Fulgencio Coll, al que acompañaron el jefe de la Inspección General del Ejército, teniente general José Muñoz, el cuarto teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Pedro L. Calvo, el vicepresidente de la Diputación de Barcelona, Alberto Fernández, y el pintor Augusto Ferrer-Dalmau. Entre los invitados militares también se encontraban los generales de ejército Iñiguez, Porgueres, Faura y García González; el segundo JEME, teniente general Ignacio Martín-Villalaín; el jefe de la Unidad Militar de Emergencias, teniente general José E. Roldán; el jefe del Mando de Personal, teniente general Fernández Asensio; o el arzobispo castrense, Juan del Río, entre otros muchos. Y, en lo que se refiere a las personalidades civiles, se encontraban en la sala Gonzalo Anes, director de la Real Academia de la Historia; Antonio Bonet, director de la Real Academia de San Fernando; Nicolás Martínez-Fresno, presidente del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional; o el escritor Arturo Pérez-Reverte, miembro de número de la Real Academia Española de la Lengua.

El primero en tomar la palabra fue el comisario de la exposición, el teniente coronel Guerrero Acosta, quien explicó que esta exposición ya fue exhibida la pasada primavera en Barcelona. Según el comisario, lo relevante de esta muestra es la posibilidad de ver obras inéditas del contemporáneo Ferrer-Dalmau y, por otra parte, la de disfrutar al decimonónico Cusachs, cuyos cuadros han sido reunidos para la ocasión no sin dificultad. Además, el teniente coronel se refirió a Ferrer-Dalmau como "un moderno pintor de batallas" que está llenando "el vacío que existe en nuestros museos militares" sobre muchos episodios de la Historia Militar de España. Por su parte, el JEME, a continuación, se admiró por la continuidad de ambos autores, pese al siglo que los separa, "en una forma de plasmar la belleza y los rostros militares propios de una época y sus gentes".

El cuadro estrella de la exposición es, sin lugar a dudas, la última obra de Ferrer-Dalmau, titulado Rocroi, el último tercio, en el que se recrea una escena de los últimos momentos de la mencionada batalla, que se libró en 1643, en el contexto de la Guerra de los Treinta Años. De él destaca su gran tamaño y el extremado grado de detalle que alcanza el artista sobre el lienzo. Cuando el escritor Pérez-Reverte se lo encargó, Ferrer-Dalmau lo vio como un trabajo complejo, "pero por fin está aquí", comentaba ayer. "Habré trabajado en él unos dos meses y medio", añadía, como quitando importancia a la magnitud del cometido. Y es que, si algo distingue a Ferrer-Dalmau de otros artistas, es que posee la humildad de los auténticos genios.