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Baeza vuelve a honrar al comandante Arredondo

Thursday, April 16, 2015

Number: 4155

Es uno de los pocos militares condecorados con dos Cruces Laureadas de San Fernando

La ciudad de Baeza (Jaén) ha erigido una réplica exacta de la estatua de uno de sus hijos más ilustres, el comandante Pablo Arredondo Acuña (1890-1924), que fue destruida al comienzo de la Guerra Civil. Se trata de uno de los pocos militares cuyo valor heroico ha merecido la concesión de dos Cruces Laureadas de San Fernando. El descubrimiento de esta segunda escultura se realizó el 11 de abril, en el mismo lugar en el que estuvo la anterior (se conservaba el pedestal), en un acto presidido por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, al que asistió el jefe de la Brigada de Infantería Ligera “Alfonso XIII”, II de la Legión, general Juan J. Martín Cabrero. En el acto participó la VIII Bandera, perteneciente al Tercio “D. Juan de Austria”, 3º de la Legión.

En su intervención, el alcalde de Baeza, Leocadio Marín, calificó de “acierto de justicia histórica” mantener viva la “memoria de los grandes hombres”. A continuación, un sobrino del comandante reconoció que este homenaje “ha tardado por falta de modestia de la familia”, pero que su memoria “nunca ha caído en el olvido”. Por su parte, el general Martín Cabrero señaló que la Legión “sigue manteniendo vivo el espíritu de Arredondo como una tradición no escrita, como recuerdo imborrable de ejemplo de legionario”, a la vez que aseguró que la reposición de la estatua era “un acto de justicia” con un comandante “que demostró la nobleza de su pueblo”.

El pasado 3 de diciembre, el alcalde de Baeza había comunicado al Pleno Municipal que, tras recibir la firma de más de 5.000 personas y la petición expresa de 40 generales y de más de 30 instituciones, había decidido aprobar la restauración del monumento, erigido (como el original de 1927) por suscripción popular. La estatua ha sido realizada por el artista Francisco Javier Galán.

Descubrimiento de la escultura durante el acto

Descubrimiento de la escultura durante el acto (Foto:BRILEG)

Pablo Arredondo desarrolló la práctica totalidad de su carrera militar en el Protectorado Español de Marruecos, donde tomó parte en más de 50 combates, recibió 10 heridas de guerra y murió heroicamente el 19 de noviembre de 1924. Su primera Laureada la ganó en 1913, como oficial del Batallón de Cazadores de Arapiles, mientras que la segunda le fue concedida a título póstumo, junto con una Medalla Militar Individual y el ascenso a comandante por méritos de guerra, ya en el Tercio de Extranjeros.