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Los últimos componentes del Mando Conjunto de ISAF parten mañana para Afganistán

lunes 23 de enero de 2012

Zenbakia: 1364

General Antolín, director de Comunicación del Cuartel General del IJC

El general Antolín atendió esta entrevista en el Cuartel General del Ejército

El general Antolín atendió esta entrevista en el Cuartel General del Ejército

Más de 200 componentes del Cuartel General Español de Despliegue Rápido de la Alianza Atlántica (HQ NRDC-SP, en sus siglas en inglés), ubicado en Bétera (Valencia), afrontan este año 2012 el reto de integrarse y aportar capacidades al Mando Conjunto de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF Joint Command o IJC), en Kabul (Afganistán).

Salvo algunos puestos que permanecerán todo el año, la mayoría serán relevados, dentro de seis meses, por compañeros de esta misma unidad, que permanecerán allí el segundo semestre. Algunos ocupan puestos clave, como el de segundo jefe del IJC —el más importante ocupado hasta ahora por un militar español en Afganistán—, que ha recaído en su jefe de Estado Mayor, general Javier Cabeza.

Coincidirán en el IJC con efectivos del Eurocuerpo, con sede en Estrasburgo —que este primer semestre aporta 150 militares, 26 de ellos españoles—, así como del Cuartel General del Mando de la Fuerza Aliada en Madrid, con sede en Retamares.

El primer centenar de militares, de los que la mayoría son españoles, ya se ha incorporado a la misión. El resto viaja mañana a zona de operaciones, y entre ellos el general José Luis Antolín, quien, antes de partir, nos ha concedido una entrevista en el Cuartel General del Ejército de Tierra. El general Antolín va a trabajar como director de Comunicación del IJC, un cargo de nueva creación dentro de la estructura militar aliada en Afganistán.

¿Cuál es el origen del Cuartel General del IJC?

Este Cuartel General se creó hace aproximadamente dos años, por la necesidad de diferenciar el nivel estratégico –en el que se planifican operaciones al más alto nivel donde a menudo se mezclan lo político y lo militar- del nivel operativo –conducción de las operaciones sobre el terreno- de la misión. El primer nivel lo ejerce el Cuartel General de la ISAF, mientras que el segundo corresponde al Cuartel General del IJC. Esta diferenciación permite que el jefe de la misión pueda dedicarse más a la parte estratégica.

¿Cuál es la ventaja de contar con un director de Comunicación?

El Cuartel General del IJC se ocupaba ya de la información pública y de las operaciones encaminadas a ganarse el apoyo de la población, pero abordaba ambos elementos de forma aislada, mientras que ahora van a estar los dos bajo un mismo mando.

¿Cómo afronta el reto de asumir un puesto de nueva creación?

Me siento orgulloso de haber sido designado para desempeñar el cargo y muy ilusionado al poder llevar a cabo esta misión, por entender que conseguir el apoyo de la población afgana es fundamental para el éxito de la misión. Y al mismo tiempo poder contribuir al prestigio de nuestra nación entre nuestros aliados.

¿Qué implicaciones puede tener la progresiva reducción del personal militar aliado que se encuentra desplegado en Afganistán?

Desde el principio, el objetivo de la ISAF ha sido apoyar al pueblo afgano, estableciendo un ambiente de seguridad que permita su desarrollo sociopolítico, para lo cual hemos contado siempre con el Gobierno del país. En este sentido, hemos construido, potenciado y equipado a las Fuerzas de Seguridad de Afganistán, que son el Ejército y la Policía, y ahora nos encontramos en un momento importante, ya que se está desarrollando la transferencia de responsabilidad en aquellos lugares en los que las autoridades afganas son capaces de garantizar la seguridad.

¿Percibe que pueda existir alguna dificultad con los medios de comunicación locales?

No identifico ninguna dificultad especial. El entorno de trabajo es complicado, porque lo es el propio escenario en el que se desarrolla la misión. Recordemos que se trata de una misión de Naciones Unidas, amparada por la Resolución 1.389 del Consejo de Seguridad, de diciembre de 2001, que confiere el mando a la OTAN. La ISAF está compuesta por medio centenar de países, que aportan alrededor de 130.000 militares, desplegados en un territorio más extenso que la Península Ibérica. Existe una gran complejidad en cuanto a las infraestructuras y la orografía, sin olvidar el alto grado de analfabetismo de la población. Ante este escenario, debemos actuar con trabajo, procedimiento, meticulosidad y, sobre todo, entrenamiento. Debemos ir bien preparados, y eso implica conocer al pueblo afgano (sus costumbres, su religión y su idiosincrasia), para afrontar las situaciones que nos podamos encontrar.

En su caso, ¿en qué ha consistido ese entrenamiento?

En general hemos seguido un largo y meticuloso proceso de entrenamiento en el que se han tenido en cuenta las enseñanzas de los que nos han precedido. En mi caso particular he asistido a un seminario sobre información pública y operaciones de información que se celebra en Estados Unidos. Y acabo de regresar del Centro Conjunto de Entrenamiento de Stavanger (Noruega), donde se ha realizado el ejercicio de ensayo de la misión, en el que se han reproducido las condiciones de la zona y donde hemos podido poner en práctica las labores que desempeñaremos en nuestro quehacer diario.