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Berriak

viernes 14 de marzo de 2014

Zenbakia: 01

Jornadas de Constitución y Fuerzas Armadas en Melilla.

Cartel de las Jornadas

Cartel de las Jornadas

Ilustraciones de la Revísta Satírica del siglo XIX “La Flaca”

Ilustraciones de la Revísta Satírica del siglo XIX “La Flaca”

Ilustraciones de la Revísta Satírica del siglo XIX “La Flaca”

Ilustraciones de la Revísta Satírica del siglo XIX “La Flaca”

Del 11 al 13 de marzo se ha desarrollado en Melilla un ciclo de conferencias bajo el título de “Constitución y Fuerzas Armadas”. El curso ha sido organizado por la Comandancia General de Melilla, la UNED, el MADOC y la Universidad de Granada y ha contado desarrollando una idea del MADOC y de la Academia de Jurisprudencia y Legislación de Granada, siendo dirigido por Ángeles Lario González y coordinado por Ángel Castro Maestro. En representación del TGral Jefe del MADOC asistió el Secretario General del MADOC General Amador Enseñat y Berea. Las ponencias han repasado el diferente papel de los militares y de las Fuerzas Armadas desde la guerra de la independencia hasta el día de hoy. Este ciclo ha sido desarrollado también en Granada y en Mallorca.

Entre los diferentes enfoques de cada ponencia, como conclusión significativa señalaríamos que la intervención de los militares en política, sobre todo durante el siglo XIX, está llena de tópicos e ideas preconcebidas que distorsionan las percepciones. La realidad es que los embrionarios Partidos Políticos, formados por élites culturales y económicas, al tener escasa repercusión social y capacidad de movilización y convocatoria, recurrían a militares de alta graduación para, que con su prestigio de patriotas y valor en el combate, obtener aque plus de popularidad que les faltaba y poder llegar al gobierno. Los casos más paradigmáticos son los de los llamados espadones románticos, tales como, Espartero, Narváez, Serrano, O`Donnell y Prim, pero también otros menos conocidos como los hermanos Gutiérrez de la Concha, Luis Fernández de Córdoba, Domingo Dulce, los Pavía, Rodil, Zabala, etc.
El término Espadón parece asociado al típico militar ayuno de estudios que solo basándose en hipotéticos méritos bélicos, alcanza el poder. Nada más lejos de la realidad en estos casos pues los citados, con gradaciones entre ellos, se habían distinguido por un valor ante el enemigo de turno rayano en la temeridad. Pero, al lado de ese valor que, indiscutiblemente, les servía para ser reconocidos como héroes, poseían una excelente cultura, superior, por su formación en las exigentes Academias Militares, a la de la media nacional y normalmente iban acompañadas de otra serie de cualidades que les hacían ser “apetecidos” por esas élites que formaban los Partidos Políticos para servir como ”Banderines de Enganche” para obtener las mayorías requeridas para gobernar.
Un ejemplo de lo dicho es Baldomero Espartero, sin duda el militar más brillante de la I Guerra Carlista. Hombre de ideas políticas muy poco definidas, fue literalmente “acosado” por los dos Partidos del momento, el Moderado y el Progresista, para que se pusiera al frente de los mismos. Su elección por el Progresista fue debida a la influencia que sobre él tenían algunos compañeros de armas, sobre todo Linage.
En el bando contrario tenemos al granadino Ramón Narváez, conocido como “el Espadón de Loja”. Hombre cuya trayectoria hasta el final de la I Guerra Carlista estaba muy cerca de lo que significaba el Partido Progresista y que, sin embargo, terminó siendo líder del Partido Moderado y logrando para España una Década de gran estabilidad.  Aunque la propaganda posterior nos lo muestre como un “bruto” con poder lo cierto es que Narváez fue un hombre que gobernó con formas democráticas.
Ese panorama de “intervención” del Ejército en la Política casi desapareció con la llegada al poder en 1874 del gran estadista Cánovas del Castillo. Con su denostado turno político con Sagasta, logró que los militares volvieran a sus Cuarteles y eran civiles preferentemente los que llevaban los destinos de España.
Lo que se intenta con las Jornadas es, por una parte, poner de manifiesto todo aquello que se refiere a las FAS españolas en cada una de las Constituciones que han estado en vigor en España.
Por otra parte se pretende “sacar a la luz” figuras militares que de alguna forma intervinieron en esas Constituciones bien sea como redactores o como promotores de su desarrollo debido a sus cargos y responsabilidades políticas del momento.
Las Jornadas, abiertas a la sociedad melillense han pretendido traer más luz a nuestra Historia.