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Regimiento de Infantería 'Galicia' 64 de Cazadores de Montaña

Regimiento de Infantería 'Galicia' 64 de Cazadores de Montaña

Berriak

viernes 27 de febrero de 2015

Zenbakia: 005

En la localidad de Candanchú

La Unidad de Esquiadores Escaladores finalizan su periodo de instrucción técnica en montaña invernal

Una de las imágenes tomada por el equipo de observación durante los trabajos de fortificación de la posición y transmitida por radio

Una de las imágenes tomada por el equipo de observación durante los trabajos de fortificación de la posición y transmitida por radio

Durante la noche se siguieron tomando imágenes mediante cámara térmica

Durante la noche se siguieron tomando imágenes mediante cámara térmica

Durante la tercera semana de febrero, la Unidad de Esquiadores Escaladores de la Jefatura de Tropas de Montaña, encuadrada en el Regimiento Galicia de Jaca, ha realizado un ejercicio de vida, movimiento y combate en montaña invernal que ha tenido lugar en la zona de Baños de Panticosa. Con ello se ponía el broche final a cinco semanas de intensa instrucción técnica en montaña invernal, en las que se debía alcanzar el objetivo de esta fase: que la totalidad del personal de la Unidad obtuviese el nivel de esquiador.

Los dos últimos días del ejercicio se centraron en la instrucción de combate, que se llevó a cabo bajo un supuesto táctico de doble acción. Parte de la Unidad compondría uno de los bandos y se establecería en una posición defensiva en nieve, situada en el collado de Causiat, en Candanchú, mientras el resto de los efectivos iba a tener el objetivo de ocuparlo. Este planteamiento exigía a la Unidad poner en práctica tres aspectos básicos de su instrucción: cerrar una avenida de aproximación en defensiva; establecer puestos de observación para la obtención de información y transmitir estos datos vía radio; así como planear y ejecutar una acción ofensiva en terreno de montaña en época invernal.

La unidad encargada de realizar el ataque destacó un equipo que realizó una infiltración hasta un observatorio. Desde este asentamiento debía obtener datos sobre la posición defensiva. Esta información era remitida desde la Base Radio en Candanchú hasta el Puesto de Mando, situado en  Jaca, e iba a resultar decisiva para las unidades atacantes. Aunque se encontraba a mucha distancia del objetivo, gracias a la información suministrada por radio se pudo realizar el planeamiento detallado de la operación. A la vez se mantenía el contacto en tiempo real con la unidad infiltrada, que transmitía las variaciones de la situación. Una vez decidido el plan de ataque, las unidades de Jaca se trasladaron a la zona para proceder a reunirse con el equipo de observación. Tras recabar la última información se realizaron los últimos preparativos y reconocimientos para el ataque final, que se desarrolló en la madrugada siguiente.