La fortificación de la montaña de Montjuïc data del siglo XVII, con anterioridad solo existía en la cumbre una torre o atalaya de vigía marítima, documentada desde el siglo XI, que en 1640 quedó integrada en la fortificación como torre del homenaje. Las razones de esta fortificación obedecieron a la inminencia de guerra tras la sublevación de Barcelona en el denominado "Corpus de Sangre" (7.3.1640), durante el que pereciera el virrey de Cataluña, conde de Santa Coloma.
Guerra de los Treinta años
Enfrentadas las casas de Austria y de Francia en la guerra de los Treinta Años, el alojamiento de las tropas de Felipe IV en el Principado duraba ya catorce años, y los desmanes de la soldadesca propiciaron el levantamiento tras el que los diputados catalanes solicitaron la ayuda de Luis XIII en el intento de establecer una república independiente. Las obras de fortificación en la montaña se realizaron en plazo de treinta días comprendiendo una plataforma cuadrada defendida por cuatro medios baluartes en las esquinas y un foso poco profundo.