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Castor en pruebas

martes 30 de julio de 2019

Número: 89

La presentación internacional del nuevo Vehículo de Combate de Zapadores Castor fue uno de los momentos centrales de la Feria Internacional de Defensa y Seguridad, que se celebró a finales de mayo en Madrid. Supuso la puesta de largo de este vehículo, que ofrece a las unidades de Zapadores del Ejército una capacidad única con la que no contaban hasta ahora: la posibilidad de instalar, en un mismo vehículo, multitud de implementos en función de los requerimientos de cada misión.

 

Castor en pruebas

 

Tras el tiempo de los salones y las exposiciones, al prototipo le ha llegado el momento de las pruebas de calificación, que han arrancado en el mes de junio. En las mismas está implicado el Batallón de Zapadores X, que fue nombrado en 2017 unidad de apoyo de la Oficina del Programa Pizarro. De hecho, sus integrantes han apoyado y asesorado a la empresa fabricante, General Dynamics European Land Systems Santa Bárbara Sistemas, en aspectos como la configuración de los puestos de la tripulación, la composición del lote de a bordo o el diseño del plan de carga.

Lo que tienen que comprobar ahora, desde el punto de vista del usuario, es que el diseño se ajusta a sus necesidades. Para ello, dos tripulaciones completas (con los conductores duplicados) procedentes del Batallón de Zapadores X se desplazaron a la sede sevillana de la empresa para comenzar las pruebas, que tendrán varias fases y se extenderán durante algunos meses.

Sus componentes han tenido la suerte de ser los primeros en tener contacto directo con el Castor y las sensaciones iniciales no pueden ser mejores. «El vehículo es increíble en ergonomía y comodidad, y también en seguridad», destaca el encargado del equipo de apoyo del Batallón de Zapadores X, sargento González Roldán, sabedor de los altos estándares de protección que ofrece la barcaza.

Castor en pruebas

Las pruebas que acaban de comenzar contemplan, por un lado, aspectos más formales, tales como hacer un repaso de todos los elementos (lo que se denomina la check-list) y ver si están o no operativos, o comprobar el plan de carga (donde se coloca el material propio de Zapadores, el armamento, los Equipos de Protección Individual o las raciones de previsión); y, por otro, cuestiones más operativas como verificar la movilidad de cada uno de los puestos cuando se va con el equipo completo, o atestiguar que cada uno de los implementos que lleva el vehículo cumple con las condiciones técnicas marcadas. «Por ejemplo, si se supone que la pala puede derribar bloques de hormigón de tanto peso, tenemos que coger un bloque con esas características y conseguirlo», indica el sargento. Se trata de pruebas más específicas que serán realizadas en Sevilla y el campo de maniobras “Cerro Muriano” de Córdoba.

Castor en pruebas
Empezar de cero

 

En cuanto a la conducción, no presenta ninguna novedad; de hecho, los conductores de las tripulaciones elegidos para las pruebas son conductores de Pizarro.

Para quienes la cuestión cambia bastante más es para los jefes de vehículo, ya que el Castor tiene funcionalidades y capacidades distintas, y tendrán que asumir nuevas responsabilidades.

En cuanto a la doctrina, habrá que modificar varios aspectos para adaptarlos al nuevo vehículo. «Empezaremos a repasar los procedimientos y ver cómo los aplicamos en el Castor, modificando lo que sea necesario sobre la base de lo ya existente », añade el sargento.

Castor en pruebas

En el caso de los tiradores, sí conocen la ametralladora 12,70 con la que está dotado (porque es la misma que la del TOA), pero están acostumbrados a operarlas en modo manual, mientras que las del nuevo vehículo son automáticas y se controlan desde dentro de la barcaza.

A pesar del trabajo que todo esto supone, los zapadores lo dan por bueno porque el premio lo merece: contar con un vehículo adaptado a sus necesidades con el que abrir camino a la Brigada 35.

Castor en pruebas