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viernes 15 de diciembre de 2017

Número: 2017-057

“No hay frontera más infranqueable que aquella que nos impide creer en algo”

Conferencia Cátedra Cervantes

Momento de la conferencia (AGM: OCS Y RI)

 

         El aventurero y escritor Ignacio Dean ha pronunciado una conferencia en la Cátedra Cervantes de la Academia General Militar en la que ha hablado sobre ´La gran aventura de la vuelta al mundo a pie`. Ignacio Dean Mouliaá es el primer español y la quinta persona en la historia en dar la vuelta al mundo caminando. En tres años ha atravesado 4 continentes, 31 países y ha recorrido 33.000 kilómetros en un viaje que emprendió el 21 de marzo de 2013 y que finalizó el 20 de marzo de 2016 en la Puerta del Sol de Madrid.

        El ponente explicó a los cadetes los motivos que tuvo para emprender esta aventura: “Siempre me ha gustado el deporte, mi padre es marino y he vivido en muchas partes del mundo, así que viajar por todo el mundo ha formado parte de mi vida”. La preparación para este reto le llegó después de haber hecho otras rutas a pie como diferentes variantes del Camino de Santiago, el Polo Norte y la Transpirenaica. Hasta que llegó un momento en que se planteó: ¿Y la vuelta al mundo caminando, por qué no?

         Ignacio Dean explicó que “una cosa es que se te ocurra la idea, pero lo difícil fue tomar la decisión y dar ese paso. Tienes que realizar un gran ejercicio de desprendimiento, dejarlo todo, tu casa, el trabajo, familia y amigos y lanzarte a la conquista de un sueño del que no sabes si vas a regresar”. Además, reconoció que era un camino sobre el que no tenía referentes. “No sabía de nadie que lo hubiera hecho antes y eso era una dificultad y un aliciente añadidos, pero mentalmente era lo que yo quería hacer y lo hice”.

          Además de relatar numeras anécdotas y pormenores de su vuelta al mundo en tres años, Ignacio Dean reconoció que al principio de la aventura tiraron de él “la ilusión, las ganas y las fuerzas, pero cuando estas últimas empezaron a flaquear lo que le ayudó fue “el hecho de saber que quedaba poco para terminar y estaba cerca de conseguirlo”.

            A los cadetes que le escucharon atentamente les dejó varios mensajes para que los tuvieran presentes a lo largo de su vida. En primer lugar, “que es un milagro estar vivos y hay que ser muy conscientes de ello”. También reivindicó “la necesidad de apostar por unos valores que de alguna forma se están perdiendo en nuestra sociedad como la cultura del esfuerzo, el compromiso, la perseverancia para alcanzar un objetivo, el compañerismo...”. En este sentido señaló que “todos somos capaces de lograr lo que nos propongamos si luchamos por ello con persistencia”. “No hay frontera más infranqueable que aquella que nos impide creer en algo”, concluyó.