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jueves 24 de noviembre de 2022

Número: 3

Es muy necesario enseñar el proceso de gestión del riesgo en las academias

La Cátedra Cervantes aborda la toma de decisiones en situaciones de riesgo y estrés alto

Entrada del ponente en el Salón de Actos

Entrada del ponente en el Salón de Actos

DIRAGM da la bienvenida al ponente

DIRAGM da la bienvenida al ponente

Un instante de la conferencia

Un instante de la conferencia

El coronel Alberto Ayora, presidente de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada, ha impartido una conferencia en la Cátedra Cervantes de la AGM bajo el título "Liderazgo y seguridad. Toma de decisiones en situaciones de riesgo e incertidumbre"

Su intervención se ha convertido en el relato de una trayectoria militar cargada de experiencias, “de momentos muy duros y otros muy gratificantes”, que a buen seguro le han servido a los cadetes en su proceso de formación.

El coronel Alberto Ayora ha recordado su ingreso en la Academia General Militar en 1982 y cómo este centro “ha puesto los mimbres para construir un marco de valores que con el tiempo recuerdas y comprendes”. En concreto, se ha referido al espíritu de sacrificio, el compañerismo o el trabajo en equipo.

En cualquier caso, el más importante de todos para él ha sido “el compromiso con un proyecto y una forma de vida, que es lo que da un sentido de trascendencia; que lo que hagas, sirva para construir un mundo mejor”.

El coronel Alberto Ayora lo ha encontrado en la montaña, “donde a pesar de haber vivido momentos dramáticos, también he sido feliz. Además, cuando ves que esa experiencia la puedes compartir y que ayuda a otras personas, entonces adquiere más trascendencia, y eso hace que una y otra vez quieras subir esas montañas”.

En unidades de operaciones especiales y de montaña, es donde precisamente se ha desarrollado su trayectoria militar. “Lo que he encontrado en ellas es humildad, iniciativa, imaginación, espíritu crítico, compañerismo... Son unidades en las que se pisa el terreno de verdad y donde sabes que el día a día no permite fallos. Muchas veces el error que cometes puede ser el definitivo y eso te hace vivir la vida con un realismo tremendo”.

En esa trayectoria ha experimentado accidentes dramáticos a los que se ha referido en su ponencia. “Esa situaciones me impulsaron a profundizar en los motivos por los que se producen los accidentes, y me llevaron a formarme en la prevención de riesgos, algo que intenté trasladar a las actividades que se realizan en nuestras operaciones y expediciones de montaña”.

A su juicio, “ese proceso de gestión del riesgo bien explicado y compartido es algo que es necesario enseñar en las academias, y también en las empresas”. Su último mensaje a los cadetes antes de despedirse ha sido desearles que sean felices ejerciendo la profesión que han elegido, y que todo lo que hagan, sea pensando, no en ellos, sino en lo que tienen alrededor.