Imagen de fondo
Compartir en: Compartir en Facebook Compartir en Twitter Compartir en Linkedin

La nueva Base de Qala-I-Naw

jueves 28 de mayo de 2015

Número: 012

Tras un año y medio en manos de los afganos, la antigua base española 'Ruy González de Clavijo' continúa funcionando, aunque más acorde con los gustos decorativos locales

La nueva Base de Qala-I-Naw

La nueva Base de Qala-I-Naw

La nueva Base de Qala-I-Naw

La nueva Base de Qala-I-Naw

Dawood Shah Wafadar / general de Brigada

Dawood Shah Wafadar / general de Brigada

Las mismas instalaciones, un nuevo estilo

   Los afganos han hecho suya la base que fue española en Qala-i-Naw y que les fue traspasada en septiembre de 2013. Al mismo  tiempo  que mantienen las instalaciones en muy buenas condiciones - la mayoría siguen destinadas a los mismos usos que tuvieron en el pasado como en el caso de los despachos, por ejemplo -, han ido incorporando algunos elementos que se adaptan más a sus gustos y costumbres. Tal es el caso del nuevo edificio que han levantado en una de las plazas, y que sirve a los mandos como lugar de encuentro. 

   A los millares de militares españoles que cumplieron misión allí también les habrán llamado la atención los espacios ajardinados que ahora pueblan las entradas de los edificios. Además, los afganos  han plantado más de mil árboles con los que crear zonas verdes para descanso.

«Echamos de menos a los españoles, son nuestros amigos»

   El general Wafadar está al frente de la Brigada afgana que despliega en Qala-i-Naw. Guarda un grato recuerdo de los militares españoles, especialmente de los asesores que trabajaron «codo con codo» con él, y un gran respeto y reconocimiento por  aquellos que  perdieron la vida  mientras trabajaban «por  la paz y la seguridad» de su país.
   A pesar de que ya ha transcurrido un año y medio desde la marcha de los españoles de Qala-i-Naw, el general sigue tratando con personal español destinado en Herat - en el antiguo RC West -, con el enlace en Kabul y con algunos de los que fueron sus mentores y que están en España, a través de uno de los intérpretes que estuvieron allí casi desde el principio de la misión. Porque, aunque reconoce que les echan de menos, valoran mucho poder seguir contando con su amistad.
   El general, que estuvo en el año 2012 en España realizando el Curso de Altos Estudios de la Defensa para Oficiales Superiores Afganos, guarda un maravilloso recuerdo de su estancia en nuestro país,  tanto de la gente que  conoció como del patrimonio histórico y cultural.
   Lo que más destaca de los españoles como militares es «la valentía y la buena voluntad y paciencia» que mostraron con ellos «a cambio de nada».
   Gracias a su trabajo y esfuerzo, el hacerse cargo de la seguridad en solitario se ha podido sobrellevar. «Con su ayuda y el esfuerzo de mis  soldados, ha ido bien. No fue tan duro porque los asesores nos dieron todos los consejos necesarios, tanto a mí como a mi Estado Mayor y a los mandos de mis batallones, y no ha surgido ningún problema grande», asegura.

El general considera 
que los asesores les enseñaron a valerse 
por sí mismos

Mantenimiento semanal

   Sobre  la situación de la base, que en la actualidad alberga dos batallones de Infantería y a personal del Ejército del Aire afgano, que se encarga del plan de vuelos, el general afirma que «se utilizan casi todas las instalaciones, aunque algunos edificios están reservados para uso  temporal; el mantenimiento se realiza semanalmente y todos están en perfecto estado». Esto es importante dado que, en  la actualidad, la base de Qala- i-Naw proporciona todo tipo de apoyos a otras bases avanzadas situadas en otros distritos, y cuenta con una unidad de reacción rápida disponible para activarse en caso de ataques de la insurgencia o de que sea necesario el traslado de heridos.
   Por este motivo, para los afganos resulta fundamental que la base funcione a pleno rendimiento, pero hoy por hoy no es posible debido a la falta de suministro eléctrico. Para paliar esta necesidad, han procedido a la instalación de dos centenares de paneles solares alrededor de toda la base, aunque tampoco resulta suficiente para mantener activas 24 horas al día las cuatro zonas independientes en las que se dividió la base en el proyecto de los españoles. Para ello hay otros planes.