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Militares españoles en el corazón de África

miércoles 29 de junio de 2016

Número: 28

Etnias aún armadas, bloqueo de rutas y un clima extremo endurecen la misión

Después de medio año desplegados en Bangui, capital de la República Centroafricana, el segundo contingente del Regimiento de Infantería “Palma” nº 47 que ha participado en la misión de asesoramiento de la Unión Europea (EUMAM RCA) para dicho país, aterrizó, el 12 de mayo, en territorio nacional.

 El pequeño contingente balear, formado por un total de 18 componentes, trabajó codo con codo con franceses, georgianos, holandeses, moldavos, polacos, portugueses, serbios y suecos, además de con otros españoles, que desarrollan labores de asesoramiento político y militar en el país centroafricano.

 

El LMV fue el vehículo utilizado por el equipo de escolta español

El LMV fue el vehículo utilizado por el equipo de escolta español. Foto DECET

 

Una patrulla en acción .

Una patrulla en acción . Foto DECET

Embarque de nuestras tropas .

Embarque de nuestras tropas . Foto DECET


 

El contingente del “Palma” nº 47 se dividió en dos núcleos principales: un pelotón de seguridad y protección —que incluye también un conductor para el coronel español, segundo jefe de la misión—; y un núcleo de apoyo. Este núcleo, con el brigada Llobera al frente, estaba subdividido en equipo de apoyo al mando y de mantenimiento; mientras que el pelotón de seguridad y protección, mandado por el sargento León, estaba articulado por tres equipos homogéneos.

 La misión principal desarrollada en zona fue la de proporcionar protección y seguridad a los asesores político-militares, para lo que se realizaron misiones de reconocimiento por las principales rutas y lugares frecuentados por los asesores, escolta de autoridades, escoltas de convoyes y, puntualmente, recuperación de vehículos.

 Si bien los integrantes españoles no se vieron envueltos en ningún incidente grave durante los seis meses de duración de la misión,  sí es cierto que las distintas etnias, todavía armadas y en estado de conflicto latente, los frecuentes accidentes de tráfico de la población local, los bloqueos de rutas por manifestaciones y barricadas, las duras condiciones climáticas y las precauciones contra el mosquito transmisor de la malaria fueron algunas de las principales preocupaciones de los militares españoles en su vida cotidiana. «Aunque el Cuartel General de la misión se encuentra en una zona muy inestable, la visita del Papa Francisco supuso una importante relajación en un lugar en que la tranquilidad es tan volátil», observa el brigada Llobera.

 La misión transcurrió con éxito gracias a la buena preparación del contingente, que en esta ocasión «no solo requirió el adiestramiento específico de cualquier misión en el exterior, sino que supuso unas exigencias adicionales», explica el sargento León. Por ejemplo, los jefes de los principales núcleos debían desenvolverse con fluidez, tanto en inglés como en francés, por ser esta última una de las lenguas oficiales del país centroafricano junto al sango.

 Por otra parte, los conductores tuvieron que obtener el carné de conducción de LMV —se precisaban al menos seis—, con soltura suficiente para conducir este tipo de vehículo en un entorno urbano muy caótico. Aparte de disponer de tiradores experimentados, también fue necesario incluir un especialista en armamento para las reparaciones necesarias.

 Cabe recordar que la unidad fue felicitada por la alta representante de Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, al organizar con éxito la evacuación de 20 personas de una delegación de la UE asediada por combates entre milicias rivales.

 

 

El Jefe del contingente saluda a autoridad local