Recogido el guante.

Una vez que todos llegaron a su destino, los primeros días se dedicaron a reuniones para preparar las actividades, charlas y conferencias. Entre ellas, la del general Cebrián, jefe de la Brigada VJTF-16 —cuyo grueso forma la Brigada “Galicia” VII—, para explicar las lecciones aprendidas durante este periodo.

Además de España, había representantes de otros 13 países: Albania, Croacia, Dinamarca, Estados Unidos, Estonia, Letonia, Lituania, Noruega, Países Bajos, Polonia, Reino Unido, República Checa y Rumanía. Para romper el hielo y empezar a conocerse, se organizaron competiciones deportivas. En una de ellas, la de crossfit, los representantes españoles fueron los mejor clasificados.

Después comenzó el ejercicio propiamente dicho, que se dividió en dos fases. La primera estuvo orientada a mejorar la cohesión de las unidades de las diferentes naciones, e incluyó exposiciones y demostraciones que culminaron el día 15 de septiembre con un ejercicio táctico de capacidades ante una nutrida representación de autoridades políticas y militares. Las unidades españolas practicaron procedimientos de combate en zonas urbanas, de movilidad y contra-movilidad, paso de ríos, apertura de brechas y de selección de objetivos; también hicieron fuego con munición de guerra con las piezas Light Gun, o tomaron parte en un ataque con medios acorazados, mecanizados y ligero-protegidos contra un supuesto enemigo.

La fase de ejercicios de Puestos de Mando, sin despliegue de tropas sobre el terreno, consistió en el planeamiento y ejecución, mediante simuladores, de una operación a nivel Brigada, y fue el colofón a la cita más destacada de la VJTF 2017, antes del próximo “Trident Juncture”. Este servirá para certificar su Mando Componente Terrestre, que pasa de Bétera (Valencia) a Innsworth (Inglaterra).