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Recuperacion en ambiente hostil

martes 28 de marzo de 2017

Número: 43

Entre los entendidos se suele decir que no hay recuperación mala, siempre y cuando se consiga el objetivo de extraer el vehículo de donde ha quedado atrapado o averiado. Sin embargo, esta máxima cambia ligeramente cuando las condiciones de seguridad que rodean la intervención de los equipos de especialistas no son las óptimas, como puede ocurrir en determinadas zonas de operaciones. En esos casos, hay que hacer una recuperación «buena y rápida», explica el sargento 1º Lucio, de la Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG) nº 11, uno de los instructores de las últimas Jornadas de Recuperación en Ambiente Hostil  que se han realizado del 13 al 24 de febrero en la base “San Pedro” de Colmenar Viejo (Madrid).

La Maxxpro eleva el camión siniestrado

Momento en el que la Maxxpro eleva el camión siniestrado para colocarlo sobre la plataforma del VEMPAR, en la que sería sacado de la zona de peligro

Estas llevan organizándose desde el año 2011, impulsadas por la Brigada Logística, y persiguen mejorar la preparación de los equipos de recuperación que van a desplegar en las misiones internacionales en las que España participa. Porque no es lo mismo un vehículo militar averiado en el arcén de una autopista o en un camino de un campo de maniobras en territorio nacional, que encontrarse trabajando expuesto a  la acción de grupos hostiles a la presencia española en su territorio.

 

El camión que tenían que recuperar se encontraba en una posición muy complicada, suspendido al borde de una cantera. Había que elegir la forma más segura de llevar a cabo la recuperación

El equipo de recuperación colocando los anclajes en el camión.

En las proximidades del camión había artefactos ocultos, que se detonaron de forma controlada

El personal tiene que estar preparado para cualquier zona de recuperación.

Los equipos de recuperación tienen que saber adaptar sus procedimientos a una situación complicada, aunque ello implique «tener que llevarse el vehículo enganchado y arrastrándolo hasta la base o un lugar seguro», añade el sargento 1º.

 

Las jornadas se realizan desde el año 2011 y van dirigidas al personal que va a desplegar en misiones exteriores.

 

Eso es precisamente lo que buscan los componentes de la AALOG 11 en las prácticas que complementan las clases teóricas en las que se articula el curso. Esta unidad fue, desde un primer momento, la encargada de impartirlo, y se ha convertido en la agrupación referente en esta materia dentro del Ejército. Organiza unas jornadas cada semestre, y los alumnos son los componentes de los equipos de recuperación y transporte de las unidades logísticas que van a desplegar próximamente en el exterior: suboficiales y tropa que ocupan puestos en equipos de recuperación y mantenimiento, así como otro personal de tropa que ocupa puestos de operador de grúa, y de conductor /operador de RG-31, Lince y VEMPAR.

 

 

 

Experiencias reales

La MaxxPro en acción.

La MaxxPro llegando a la zona de acción.

Entre los participantes en las jornadas había quienes ya se habían visto en el caso de tener que recuperar un vehículo en ambiente hostil. Entre ellos, el cabo 1º Carrasquilla, que en 2010, en Afganistán, en un convoy logístico de cerca de 400 vehículos, tuvo que actuar con su equipo de recuperación sobre un camión que había pisado un IED que había destruido su sistema neumático. «Tuvimos que sacarlo de la zona de muerte con ayuda de una grúa del Ejército estadounidense, que también iba en el convoy, porque nos estaban pegando tiros», recordaba.

 

El cabo 1º Tejerina, también en Afganistán pero en 2013, vivió algo similar con un RG-31 que volcó tras un ataque en el camino de Moqur a Darra-i-Bum. «El curso está muy bien, las situaciones son muy realistas», añadió