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Cartelera de materiales

viernes 26 de abril de 2019

Número: 80

El Ejército estrena algunos de los materiales que ha adquirido para cubrir necesidades concretas y está probando otros para valorar su incorporación

 

Función maniobra

 

El Ejército de Tierra acaba de estrenarse en el segmento small de los Sistemas Aéreos Pilotados Remotamente con la recepción del Orbiter 3. Este material se suma a la entrega al Mando de Operaciones Especiales de su Vehículo Medio de Operaciones Especiales (VMOE) y a otros que se encuentran en fase de pruebas en distintas unidades para dar respuesta a necesidades específicas como la limpieza de rutas (Husky 2G), el remolcado de piezas de artillería como el Light Gun (SK-95) o la combinación de ergonomía y protección en el chaleco femenino.

 

ORBITER

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Ante la necesidad de contar con las medidas de seguridad y protección adecuadas frente a las amenazas con las que se encuentran las fuerzas españolas en zona de operaciones, el Ejército ha adquirido dos sistemas Orbiter 3B. Estos Sistemas Aéreos Pilotados de Forma Remota (RPAS) permitirán la conveniente identificación de las citadas amenazas y facilitarán la información necesaria para dar una respuesta adecuada y proporcional.

El Orbiter 3 es un sistema RPAS clase I small, el primero de estas características del que dispone el Ejército, y cada uno cuenta con varias aeronaves, estaciones de control en tierra, así como los equipos de lanzamiento y recuperación necesarios.

El Grupo de Artillería de Información y Localización (GAIL) II/63 ha sido el designado para apoyar las pruebas de aceptación de este nuevo RPAS; uno de los dos sistemas permanecerá en España, mientras que el otro será desplegado en zona de operaciones muy pronto, para completar la necesidad de protección de las tropas españolas en el exterior y mejorar su capacidad de reacción frente a las amenazas.

 

 

VMOE

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El Mando de Operaciones Especiales ya ha recibido las dos primeras unidades del vehículo diseñado para responder a las necesidades de infiltración terrestre de sus equipos operativos: el Vehículo Medio de Operaciones Especiales (VMOE), con el que los equipos elevan su capacidad de protección frente a armamento ligero, minas y artefactos explosivos.

De esta forma, el MOE dispone de medios específicos de movilidad que contribuyen al cumplimiento de sus misiones de infiltración terrestres en profundidad.

Se trata de un vehículo que proporciona un incremento de movilidad, potencia de fuego y autonomía logística que facilita operar durante largos periodos de tiempo, y con capacidad de transportar material de uso específico e imprescindible para el cumplimiento de la misión. En definitiva, un vehículo capaz de ser transportado por medios navales, aéreos y terrestres allí donde se precise su empleo, y que permita realizar misiones de Operaciones Especiales donde sean necesarios medios de alta movilidad.

 

 

Próximamente…

 

VAMTAC – SK-95

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El Grupo de Artillería de Campaña (GACA) VII ha sido designado como unidad piloto para probar el Vehículo de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC) SK-95, diseñado para remolcar el obús Light Gun y sustituir a los veteranos URO MAT-18.16, que han realizado esa misión durante los últimos 20 años con buenos resultados.

La 2ª Batería está siendo la encargada de realizar las pruebas de campo al vehículo, que comenzaron en el mes de febrero y se prolongarán hasta abril. El objetivo es experimentar cómo es su respuesta cargado con el equipo y por diferentes terrenos, y apuntar posibles mejoras al fabricante, la empresa Urovesa. La compañía gallega es la misma de los VAMTAC ST 5, un modelo todoterreno del que el Ejército ha adquirido más de un centenar de unidades en sus distintas configuraciones y que se ha convertido en el nuevo modelo estándar de carga de 1,5 toneladas del Ejército.

De hecho, el VAMTAC SK-95 tiene la misma barcaza que el VAMTAC ST 5, a la que se le han incorporado compartimentos para poder colocar la pieza y para facilitar una entrada en posición lo más ágil posible.

Su misión principal sería facilitar la movilidad todoterreno de los obuses ligeros del Ejército, aunque también puede transportar la dotación de la pieza: hasta tres militares (incluido el conductor) en la cabina, y hasta 14 en la zona de carga.

 

 

CHALECO FEMENINO

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El Ejército de Tierra tiene previsto adquirir dos nuevos tipos de chaleco, uno antifragmentos y otro de tipo policial, especialmente diseñados para el personal femenino. Ahora se están probando los prototipos en unidades de Infantería Ligera y Mecanizada/Acorazada (los primeros) y en unidades de Policía Militar (los segundos). Las pruebas de protección balística y antifragmentos se van a hacer en los laboratorios del Instituto Tecnológico “La Marañosa”, ubicado en San Martín de la Vega (Madrid).

El chaleco antifragmentos ha sido configurado buscando una mayor comodidad y un mejor reparto de los pesos. También se ha tenido en cuenta la compatibilidad con las placas balísticas existentes en el mercado.

Si superan favorablemente las pruebas, el Ejército de Tierra pondrá en marcha el procedimiento para adquirir estos nuevos materiales, que estarán disponibles en distintas tallas. El chaleco tipo policial, al basarse en modelos ya existentes —fundamentalmente, los que utiliza la Guardia Civil—, podría recibirse a finales de este año, mientras que el antifragmentos, cuya tramitación es más compleja, llegaría a las unidades a lo largo de 2020.

Ficha técnica

Las propiedades antifragmentación del nuevo chaleco se sitúan en valores de V50 (velocidad en la que un fragmento estandarizado de 1,1 g. tiene una probabilidad del 50% de atravesar el blindaje).

Además, cuenta con la función de “suelta rápida”, que permite desprenderse del chaleco en caso de emergencia (líquidos inflamados, caídas al agua, etc.) con tan solo tirar de una correa.

Por su parte, el chaleco de tipo “policial” cuenta con una protección frente a determinados calibres, así como ante ataques de arma blanca.

 

 

Husky

Personal del Regimiento de Ingenieros nº 1 ha sido el encargado de poner a prueba la interoperatividad entre el nuevo detector de cables (WD) que se le ha instalado al vehículo Husky y los paneles de última generación de su radar de penetración terrestre.

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Los cables son utilizados en la práctica totalidad de los artefactos explosivos, en mayor o menor cantidad, con lo que el WD puede detectarlo. Esto, unido a las lecturas de densidad del terreno que hace el radar, permiten al operador tener más elementos de valoración.

Se trata de una importante ayuda a la hora de interpretar las lecturas que hace el radar, algo que requiere de muchas horas de instrucción, pues no es algo sencillo. Esta integración permitirá reducir los falsos positivos, la explotación de la información recopilada y los análisis tras la misión. Además, la información sobre la disposición de las amenazas mejora en gran medida la toma de decisiones del jefe del núcleo de limpieza de rutas y de los equipos de desactivación.

España ha sido el primer país en el que se ha llevado a cabo esta integración, con lo que el Ejército se ha colocado a la vanguardia en cuanto a equipos de detección de artefactos explosivos.

Gracias a los Husky 2G-WD, dispone del más moderno y eficaz sistema para la lucha contra artefactos explosivos improvisados.