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viernes 26 de octubre de 2018

Número: 49

Las selecciones de la Gendarmerie francesa y la del ET española juegan al Rugby

Los Equipos escuchando los Himnos

Los Equipos escuchando los Himnos

Saludo de los responsables de los Equipos

Saludo de los responsables de los Equipos

 

El pasado 13 de octubre tuvo lugar en el campo de rugby de Maubourguet, pequeña localidad francesa al norte de Tarbes, el partido de vuelta entre la selección de rugby del ET y la Gendarmerie. El año pasado, por las mismas fechas, la Gendarmerie, vigente campeón del torneo militar francés, visitó Valladolid para enfrentarse con la selección del ET, que fue derrotada en su primer partido internacional. Invitada por las autoridades francesas, la selección del ET se dispuso a viajar a Francia para enfrentarse de nuevo a la mejor selección militar francesa, aunque antes estuvo concentrada en la EMMOE (Jaca) para preparar el partido, donde coincidió con la selección española sub-20 y tuvo la oportunidad de compartir sus entrenamientos.

El encuentro de vuelta se saldó con un abultado resultado a favor de Francia aunque se pudo apreciar una sustancial mejoría del juego de los españoles, que merecieron anotar puntos en el marcador. Las bajas de varios jugadores del ET (misiones, servicios, lesiones…) limitaron las posibilidades del combinado español, aunque todos los seleccionados pusieron lo mejor de su parte y demostraron haber asimilado muchos de los conceptos que los seleccionadores nacionales (Santi Santos y Miguel Velasco), así como los responsables técnicos del ET, trataron de inculcar a los jugadores en tan poco espacio de tiempo.   

El partido empezó bien para los españoles, que consiguieron desde el primer momento ganar la mayor parte de sus lanzamientos de lateral (una de las debilidades del anterior partido) y resistieron en las melés a pesar de tener menos peso y técnica que los franceses. El juego cerca del ruck fue contundente por parte de los españoles y obligó a los franceses a esforzarse mucho en defensa. Sin embargo, éstos fueron muy rápidos en el juego abierto y desbordaron con relativa facilidad la defensa española. De aquí surgieron varios ensayos hasta poner el marcador muy favorable a su favor en el descanso. Los españoles pudieron anotar puntos en la primera parte, pero optaron por no patear enfrente de palos, en busca de ensayos a partir de saques de lateral.

La segunda parte se inició con esperanzas para el equipo español, cuyos jugadores permanecieron plantados la mayor parte del tiempo en campo contrario, atacando con firmeza la línea contraria. Un ensayo español, fruto del empuje de la delantera, fue finalmente anulado por el árbitro (el jugador español no liberó el balón en el suelo). Los franceses sólo pudieron responder gracias a los errores españoles, que los pagaron muy caros, ya que varios contraataques acabaron con ensayos contrarios.

El equipo español desaprovechó otras dos ocasiones de chutar a palos y anotar puntos, con la idea fija de conseguir también algún ensayo como ocurrió el año pasado en Valladolid, pero la fortuna no estuvo este día de su parte y el partido terminó con un resultado que no refleja realmente lo acaecido en el terreno de juego.

Al terminar el encuentro, los seleccionadores franceses alabaron la evidente mejoría del juego de los españoles, en especial su juego de delantera, y les animaron a continuar trabajando para elevar el nivel de la selección, elogios que también fueron compartidos por alguno de los aficionados que se congregaron para disfrutar del encuentro.