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miércoles 1 de octubre de 2014

Número: 2014-054

III Jornada XXII Curso Internacional de Defensa

III Jornada XXII Curso Internacional de Defensa

III Jornada XXII Curso Internacional de Defensa (Fuente OCS-AGM)

              El XXII Curso Internacional de Defensa, organizado por la Academia General Militar y la Universidad de Zaragoza, ha celebrado hoy miércoles 1 de octubre su tercera jornada en la que se ha analizado el papel de las Fuerzas Armadas en el mundo. El catedrático y doctor en Historia Guillermo Fatás ha pronunciado la conferencia ´Algunos antecedentes notables` en la que ha reflexionado sobre la idea de que, en general, “en España se tiene la sensación de que nuestras Fuerzas Armadas realizan operaciones en el exterior desde hace muy poco tiempo cuando realmente no es así; los españoles han salido al exterior desde hace muchos siglos en acciones de toda clase: defensivas, ofensivas, cooperativas y en operaciones muy complicadas”.

En su intervención ha puesto hasta nueve ejemplos de esas actuaciones de rango internacional para ayudar, por ejemplo, “a otras fuerzas frente a un enemigo que podía ser un sultán; acudiendo a Vietnam en el siglo XIX, cuando todavía no se llamaba así, en defensa de misioneros; o cuando la República Dominicana emancipada deseó volver bajo la protección de España para defenderse de Haití y se envió una expedición militar”. Con especial cariño se ha referido al Regimiento Numancia, extinguido hace unos años y con presencia en Zaragoza, “que luchó en el norte de África, Italia o Portugal en acciones que exigían un gran desarrollo logístico y planes estratégicos combinados”.
Estos antecedentes de intervenciones en el exterior tienen su reflejo en la actualidad, según el ponente, “en la docena de escenarios en los que está presente España con sus Fuerzas Armadas, en Asia, Europa y África, o en catástrofes como la de Haití recientemente”. Pero no solo en operaciones humanitarias y cooperativas, ha insistido. “En misiones como las de Líbano, Afganistán o el Cuerno de África contra la piratería necesitamos unos Ejércitos preparados para cooperar con nuestros aliados y defendernos de amenazas que probablemente muchos ciudadanos no perciben como directas, pero que realmente lo son como es el caso del talibanismo”.
Por último, se ha mostrado convencido de que “las Fuerzas Armadas españolas son deseadas como cooperadoras por su nivel de preparación y por la mentalidad que tienen cuando acuden a cualquier escenario, que no pasa por imponerse por la fuerza y despreciar a la población civil”. A su juicio, “esta mentalidad ha funcionado muy bien pero no es gratis; exige una buena preparación, adoctrinamiento, los mandos tienen que hablar distintas lenguas y conocer costumbres muy diferentes a las nuestras, algo a lo que también ha contribuido nuestra historia”.
 
Maremoto de Indonesia
A continuación, el General Jefe del Mando de Ingenieros del Ejército de Tierra, Manuel Godoy, ha explicado la misión de socorro en las que participaron las Fuerzas Armadas tras el maremoto de Indonesia en el que murieron 80.000 personas en la zona de Banda Aceh. En total, ha señalado, fueron destacados tres contingentes (aéreo, terrestre y naval) con la presencia de 600 militares que colaboraron en la reconstrucción, rehabilitación de las infraestructuras y apoyo a los refugiados y desplazados. “No fue una ayuda de emergencia –ha explicado–, ya que cuando llegamos había pasado un mes desde la catástrofe, pero creo que en su conjunto la tarea realizada dejó un magnífico sabor de boca”.
También ha destacado que la presencia de este contingente fue singular, ya que la provincia del norte de Sumatra, antes del maremoto, ”estaba inmersa en una guerra de guerrillas; era una provincia cerrada por el Ejército indonesio y ninguna fuerza internacional de las que acudieron pudo entrar con armamento; teníamos que recibir la seguridad del Ejército indonesio”.
Entre sus conclusiones ha señalado que esta actuación, junto a otras anteriores y posteriores como la recomposición de Haití tras el terremoto de hace cuatro años, “generaron una mejora de los procedimientos y del empleo de medios en las misiones, y de nuestra doctrina y manuales de actuaciones en operaciones de socorro”. Además, ha proseguido, en el año 2005 se creó la Unidad Militar de Emergencia (UME), “no directamente como consecuencia de esta presencia en Indonesia, pero los antecedentes de la UME los podemos encontrar en esta operación”. A su juicio, una de las principales conclusiones ha sido “la alta coordinación conjunta de los tres Ejércitos que se ha alcanzado en estas operaciones de intervención limitada”.
 
Reconstrucción de Haití
Finalmente, el General Comandante del Tercio de la Armada, Javier Hertfelder, ha ofrecido su visión sobre ´La recomposición de Haití` a partir de la experiencia de la operación ´Mar Caribe` que se desarrolló en el país centroamericano entre 2004 y 2006 en la que participaron cuatro contingentes de Infantería de Marina. “Nuestra misión como consecuencia del Estado fallido que se había creado en Haití –ha explicado– fue la de crear un entorno seguro y estable para que el resto de las organizaciones multinacionales pudieran desarrollar sus actividades: dotar de seguridad el área asignada para llevar a cabo la reconstrucción de infraestructuras, el desarrollo de un tejido económico y el apoyo a las elecciones de 2006”.
A través de esta experiencia ha querido transmitir la idea de que las operaciones de gestión de crisis o de mantenimiento de la paz “hay que verlas como parte del esfuerzo multidimensional para resolver una crisis hacia un objetivo común; un esfuerzo que se tiene que desarrollar a través de la diplomacia y de la actuación de los gobiernos, teniendo en cuenta factores económicos, de seguridad o de reconstrucción de infraestructuras”. 

En su intervención ha hecho hincapié en el nuevo concepto que la OTAN y la Unión Europea están desarrollando en las operaciones en el exterior para afrontarlas “desde un enfoque integral; teniendo en cuenta lo importante que es la necesidad de conciencia cultural y sincronizar en el tiempo todas las acciones en una gestión de crisis o de mantenimiento de la paz”. “Las acciones emprendidas para crear un entorno seguro y estable –ha concluido– deber correr paralelas en el tiempo con acciones encaminadas a potenciar el desarrollo del país”.