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Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales

Escudo EMMOE

Notícies

viernes 23 de junio de 2017

Nombre: 27/2017

25 AÑOS DE LA EXPEDICIÓN A LA CUMBRE DEL EVEREST DEL GMAM

Foto de tienda Everest 92 (Foto:EMMOE)

Foto de tienda Everest 92 (Foto:EMMOE)

Recepción Everest 92 (Foto:EMMOE)

Recepción Everest 92 (Foto:EMMOE)

Everest 92 (Foto:EMMOE)

Everest 92 (Foto:EMMOE)

 

Ayer en el homenaje que el Ejercito rindió a la expedición, se recordó la gesta que el 15 de mayo hizo su 25 aniversario. La ascensión al pico más alto del planeta —sobre el nivel del mar—, el monte Everest (8.848 m), por parte de un equipo de escaladores del Grupo Militar de Alta Montaña. Este hecho constituyó un hito histórico muy importante para el Ejército y para el deporte de montaña español. No fueron los primeros españoles en hacer cima en este pico, pero sí los primeros en hacerlo por la vertiente sur, la nepalí. Y, aunque la historia de las expediciones españolas al Everest se inició en los años sesenta, no fue hasta 1980 cuando un español alcanzó el techo del mundo. Este fue un importante punto de inflexión, ya que, de las 20 expediciones anuales que se venían haciendo, se pasó a más de 50 en la década de los noventa. Como es de imaginar, la gesta del GMAM no se fraguó de un día para otro. El Grupo se preparó para esta expedición desde 1985, organizando ascensiones cada vez con mayor dificultad técnica y organizativa. Las cimas del Huascaran, Nun, Nanga Parbat, MacKinley y Aconcagua fueron, así, poco a poco, engrosando la lista de logros del GMAM. Cuatro años después, en 1989, se consideró que el Grupo ya estaba lo suficientemente preparado para intentar atacar la cima del Everest por la vertiente china, la cara norte del gigante del mundo. Sin embargo, cuando se encontraban a tan solo 300 metros de la cima, tuvieron que desistir a causa del mal tiempo y la cantidad de nieve que encontraron acumulada.

Si algo diferencia a un campeón de un mortal cualquiera es la perseverancia. Por eso volvieron a intentarlo y no lo hicieron en vano: el 15 de mayo de 1992, la expedición militar española conquistó la cumbre más alta del planeta por la vertiente nepalí. Esto la convirtió en la quinta expedición española en conseguir ver el mundo desde su cota más alta y la primera en lograrlo por el espolón sur.

UNA GESTA HISTÓRICA

Ahora, 25 años después, existe la tentación de que este logro quede desdibujado, ya que, luego, muchos más montañeros lo han conseguido. De hecho, hasta un centenar de españoles han alcanzado la cima en este tiempo. Sin embargo, aquello fue lo que fue: una gesta histórica.

Además, los militares no ascendieron solos, puesto que, entre los componentes de la expedición se contaba personal de la Federación Española de Montañismo y del Ministerio de Sanidad, con los que se aprovechó la oportunidad para llevar a cabo un proyecto científico. Además, la aventura vertical del GMAM fue grabada por cámaras de TVE para el mítico programa Al filo de lo imposible.

También es de justicia recordar que, entre los Grupos Militares de Montaña, fue un hito a nivel mundial: Francia había fracasado en 1981 y no lo consiguió hasta 1993. Por eso para el GMAM fue la llave que abrió la posibilidad de conseguir nuevos éxitos de repercusión internacional, como las dos grandes aspiraciones de todo grupo de montaña: la consecución de “las siete cimas” y la conquista de “los tres polos”. Ambos sueños fueron realizados por dos de los protagonistas del ascenso al Everest: el ahora teniente general Gan Pampols y el ahora coronel Juez Reoyo.

La conquista del Polo Norte, Polo Sur y el Everest vino de la mano del teniente general, mientras que las cimas del Aconcagua (América del Sur), McKinley (América del Norte), Elbrus (Europa), Kilimanjaro (África), Everest (Asia), Karstensz (Oceanía) y Vinson (Antártida) fueron culminadas por el coronel. Ambos son ya dos leyendas vivas del montañismo militar español.

«Este hito supuso un impulso mediático que colocó a las Tropas de Montaña y a la EMMOE en la mente de muchos jóvenes, y produjo un legítimo sentimiento de orgullo en muchos compatriotas». Teniente general Gan Pampols.