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EL COLOR DE GUIPÚZCOA

miércoles 22 de junio de 2016

Número: 27

REGIMIENTO DE INFANTERÍA 'TERCIO VIEJO DE SICILIA' Nº 67

Esta provincia vasca acoge a una de las unidades más antiguas del Ejército de Tierra: el Regimiento de Infantería 'Tercio Viejo de Sicilia' nº 67

Guipúzcoa tiene un color especial. Su clima oceánico, con abundantes precipitaciones durante todo el año, hace que en sus paisajes predomine un verde intenso, que en la costa se funde con el azul del mar. Un mar donde desembocan ríos como el Urumea, cuyo curso bajo forma sinuosos meandros. A la orilla de uno de esos meandros, ya en plena ciudad de San Sebastián, se levanta desde hace 90 años el acuartelamiento “Loyola”, sede del Regimiento de Infantería “Tercio Viejo de Sicilia” nº 67.

La vinculación de este Regimiento con la sociedad guipuzcoana es fuerte, debido en parte a que, durante décadas, numerosos jóvenes realizaron en sus filas el servicio militar obligatorio. No obstante, los componentes del Ejército de Tierra en esta provincia han sido durante décadas objetivo preferente de la banda terrorista ETA, que ha asesinado a 16 de ellos, incluidos dos gobernadores militares de Guipúzcoa: los generales Lorenzo González-Vallés (1979) y Rafael Garrido (1986).

Afortunadamente, hoy se vive una situación muy distinta, lo que está permitiendo a los guipuzcoanos redescubrir a su Ejército y, en particular, al “Tercio Viejo de Sicilia”. Un ejemplo de ello es que los militares salen a correr por el exterior con la misma normalidad con la que lo harían en cualquier otro lugar de España. También es significativo que, hace tan solo unos meses, el 25 de octubre, casi 200 civiles juraron Bandera en un acto celebrado en el acuartelamiento.

El Regimiento en disposición de desfile

El Regimiento, en disposición de desfile. Foto DECET

Vehículo de alta movilidad táctica en 'Jaizquíbel' (Guipúzcoa), frente a las aguas del mar Cantábrico

Vehículo de alta movilidad táctica en “Jaizquíbel” (Guipúzcoa), frente a las aguas del mar Cantábrico. Foto DECET

Práctica de tiro instintivo con fusil, esencial para conseguir un disparo rápido y certero

Práctica de tiro instintivo con fusil, esencial para conseguir un disparo rápido y certero . Foto DECET

Adiestramiento en el uso de morteros medios, en el campo de maniobras y tiro 'Jaizquíbel'

Adiestramiento en el uso de morteros medios, en el campo de maniobras y tiro “Jaizquíbel”. Foto DECET

Hasta el año pasado, el Regimiento formaba parte de la Brigada de Infantería Ligera (BRIL) “San Marcial” V, con Cuartel General en Vitoria. Sin embargo, desde el 1 de enero pertenece a la Brigada de Infantería Mecanizada (BRIMZ) “Extremadura” XI, con Cuartel General en Bótoa (Badajoz).

«Es obligado reconocer que nos ha causado tristeza asistir a la disolución de la BRIL V —afirma el jefe del Regimiento, coronel Albentosa—. Dicho esto, tenemos que mirar hacia adelante, y nuestro futuro a partir de ahora es la BRIMZ XI, que nos ha proporcionado una calurosa acogida y, desde el primer momento, nos han hecho sentir como un integrante más de esta gran unidad».

El “Tercio Viejo de Sicilia” tiene algunas particularidades. En primer lugar, que su personal procede de los más diversos rincones de España; y en segundo lugar —y como consecuencia de lo anterior—, la gran movilidad de sus componentes, que después de un tiempo suelen pedir un cambio de destino a otra provincia.

Según el coronel, «la ventaja de esta situación es que la mayor movilidad del personal siempre resulta motivadora, por el reto que supone acoger y preparar a los recién incorporados. La media de edad es bastante menor que en el resto de la Brigada, y eso constituye también una ventaja». Por contra, el “Tercio Viejo de Sicilia” tiene que ver todos los años cómo dejan la unidad muchos jóvenes que llegaron con la instrucción básica y cuentan ya en su currículum con diversos cursos de especialización.

INSTRUCCIÓN Y ADIESTRAMIENTO
De forma habitual, la unidad se adiestra en el campo de maniobras y tiro “Jaizquíbel”, situado a 17 kilómetros del acuartelamiento. Allí se pueden realizar ejercicios de tiro desde una distancia máxima de 200 metros y desarrollar temas tácticos que involucren a una sección. Para ejercicios de nivel compañía, es necesario desplazarse al campo de maniobras y tiro “Araca”, en Vitoria, donde se puede disparar a una distancia de hasta 700 metros. Para ejercicios aún mayores, el Batallón “Legazpi” I/67 al completo se desplaza a “Renedo-Cabezón”, en la provincia de Valladolid, o al Centro de Adiestramiento (CENAD) “San Gregorio”, en Zaragoza.

Antes de un grupo de ejercicios  tipo alfa que iba a tener lugar en el CENAD, el jefe del Batallón, teniente coronel Suelves, ultimaba los preparativos. «Ayer empezamos el ejercicio de planeamiento a nivel grupo táctico y subgrupo táctico, con integración de apoyos de fuego y de combate». En la conferencia final de planeamiento, se iban a concretar los detalles de ejecución del tema táctico con el que finalizaba el ejercicio. A esa reunión, presidida por el teniente coronel, asistían los jefes de subgrupos y secciones independientes (defensa contra carros y morteros medios), así como representantes de las unidades de Artillería e Ingenieros.

Mientras tanto, en “Jaizquíbel” se practicaban algunas de las acciones que, pocos días después, iban a realizarse en “San Gregorio”. A pesar del fuerte viento y bajo una lluvia a ratos intensa, el teniente Fernández Vázquez daba órdenes precisas a los conductores de cinco vehículos de alta movilidad táctica, para crear una base de fuegos desde la que apoyar las operaciones. En este caso, se trataba del asalto con apoyo de vehículos a una posición  defensiva.

A unos metros de allí, el capitán Rubio observaba el adiestramiento de un pelotón en el uso de morteros medios. «Nadie habla, todo el mundo sabe lo que tiene que hacer. Eso es la instrucción», asegura el militar. El pelotón estaba bajo el mando de la sargento Ortiz, que lleva tres años en San Sebastián. Entre ella y el personal que manejaba las piezas se repetían mecánicamente las mismas expresiones y movimientos: «¡Prepárense para cargar!», «¡Primera pieza preparada para cargar!», «¡Carguen!», «¡Primera pieza cargada!», «¡Fuego!», «¡Ánima libre!», «¡Primera pieza efectuó fuego sin novedad!».

En otra zona de “Jaizquíbel”, dos sargentos instruían a sendos grupos de soldados en la práctica del tiro instintivo con fusil. «El tiro tiene que ser un acto reflejo, y para ello hay que repetir, repetir y repetir», comenta el capitán Rubio. Uno de los tiradores era el soldado Moreno, que reconoce la importancia de este tipo de ejercicios para poder efectuar «un fuego rápido». El jefe de pelotón iba diciendo el número del tirador que debía hacer fuego en cada momento: «¡Dos!», «¡Cuatro!», «¡Tres!», etc. Y al finalizar cada tanda, se contabilizaban y anotaban los aciertos que cada uno había conseguido: «8 de 9», «7 de 9», «9 de 10», etc.

EL PESO DE LA HISTORIA
De regreso al acuartelamiento “Loyola”, visitamos la Sala Histórica de la unidad, guiados por el sargento 1º Domínguez Rubio. En su opinión, la pieza más importante de cuantas allí se conservan es la Bandera Nacional que ondeó en Batamanó (Cuba) y que fue arriada en 1898.

El sargento 1º recuerda que el origen del “Tercio Viejo de Sicilia” se remonta al siglo XVI y que su nombre procede de la isla que lo vio nacer. La unidad combatió en la batalla de Lepanto (1571) y entre sus soldados figuró, poco después, Miguel de Cervantes. El primer contacto del Regimiento con San Sebastián se produjo en 1719, durante la defensa de la ciudad ante un ataque francés.

La historia del “Tercio Viejo de Sicilia” está ligada a la figura de grandes militares, como los generales Francisco Javier Castaños y Tomás de Zumalacárregui. La actuación de esta unidad en la batalla de Huesca (1837), durante la Primera Guerra Carlista, le valió la concesión de la Cruz Laureada de San Fernando. La actual Bandera del Regimiento data de 1983, cuando le fue entregada por el entonces alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen.

A día de hoy, el Regimiento de Infantería “Tercio Viejo de Sicilia” nº 67 mira ilusionado al futuro, con la misma voluntad de servicio a España que le valió el lema Valor, firmeza y constancia.

MILITARES DEL EJÉRCITO DE TIERRA ASESINADOS EN ATENTADO TERRORISTA EN GUIPÚZCOA

• Diego Fernández-Montes Rojas, coronel (1978)
• José María Herrera Hernández, comandante (1979)
• Andrés Antonio Varela Rúa, comandante (1979)
• Lorenzo González-Vallés Sánchez, general de brigada (1979)
• Miguel Rodríguez Fuentes, comandante (1980)
• Eugenio Saracibar González de Durana, coronel (1980)
• José María Espinosa Viscarret, comandante (1980)
• Lorenzo Motos Rodríguez, teniente coronel (1980)
• Miguel Garciarena Baraibar, teniente coronel (1980)
• Oswaldo José Rodríguez Fernández, teniente (1981)
• Luis de la Parra Urbaneja, coronel (1981)
• Rafael Garrido Gil, general de brigada (1986)
• José Lasanta Martínez, coronel (1990)
• Ignacio Urrutia Bilbao, capitán (1990)
• Luis García Lozano, coronel (1991)
• Mariano de Juan Santamaría, brigada (1995)

 

Actos de homenaje a los caídos

Acto de homenaje a los caidos. Foto DECET