Otra vez en manos españolas

 

Momento de la llegada al aeródromo militar de Lavacolla de la segunda rotación de la BRILAT

La capitán española toma el relevo de la Fuerza de Protección

La Fuerza de Protección desplegada en Mali será liderada por las tropas españolas del RIL 'Soria' 9

La seguridad de la base de Kulikoró (Mali) vuelve a estar bajo responsabilidad española, desde mediados de mayo. Fue entonces cuando tuvo lugar el  raspaso del mando de la Fuerza de Protección entre belgas y españoles, que se van turnando al frente de la dirección de la misma.

La compañía está ahora formada por personal del Regimiento de Infantería Ligera “Soria” 9, que compone dos secciones de fusiles que se unen a otras dos del Ejército belga, más una sección de apoyo, compuesta por integrantes de distintas unidades de la Brigada “Canarias”.

Sus cometidos fundamentales son proporcionar seguridad a los instructores y a la base donde conviven con militares y civiles de múltiples nacionalidades, realizando tareas propias de una unidad de protección de la Fuerza, las mismas que durante los últimos seis meses han desempeñado sus compañeros de la Brigada de Infantería Ligera (BRILAT) “Galicia” VII. No obstante, en algunas ocasiones su trabajo exige desplazarse a otros emplazamientos para acompañar a los instructores en su labor de preparación de los militares malienses.

Reentrenamiento

Así les sucedió a los componentes de la BRILAT poco antes de su retorno a territorio nacional. En esta ocasión su destino fue la localidad de Ségou, a donde acudieron para que los formadores de la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea en Mali pudiesen completar su programa de reentrenamiento del IV Grupo Táctico Inter Armas “Balanzan” —que finalizó su formación en marzo de 2014— con objeto de aumentar sus capacidades operativas antes de su nuevo despliegue en operaciones.

El reentrenamiento de la unidad tuvo una duración de mes y medio, y concluyó con un ejercicio de fuego real con todo su armamento. Durante este periodo se reentrenaron sus tres compañías de Infantería, la unidad de Ingenieros, el escuadrón de Caballería, la sección Comando y la batería de Artillería. 

Las actividades fueron eminentemente prácticas, centradas en misiones de control de zona. Se ejecutaron ejercicios de checkpoint, combate en zonas urbanas, tiro con armas individuales, ametralladoras pesadas y morteros. Lo que se buscaba era responder a las necesidades de preparación que los soldados malienses han identificado en las operaciones en las que han ido participando; también han servido para poner a punto al personal de más reciente incorporación.

Los equipos de instructores son multinacionales pero, en esta rotación, los españoles  tenían un rol crucial, ya que aportaban los preparadores de Operaciones Especiales, Infantería y Artillería. Además, también eran españoles los integrantes de la Fuerza de Protección encargada de asegurar las zonas de entrenamiento y el campamento que servía de zona de vida.

Ya en casa

Ellos, junto al resto de sus compañeros de la BRILAT, regresaron a España poco después de terminar esta misión y, desde el 12 de mayo, la rotación al completo se encuentra en territorio nacional tras seis meses en Mali.