Imagen de fondo
Compartir a: Texto no traducido Texto no traducido Texto no traducido

Regimiento de Artillería de Campaña nº 93

Escudo del RACA 93

Notícies

jueves 2 de mayo de 2019

Nombre:

Acto conmemorativo de la "Gesta del 2 de mayo"

2 de mayo.

2 de mayo.

2 de mayo.

2 de mayo.

2 de mayo.

2 de mayo.

En honor a nuestra noble historia castrense y en cumplimiento del Real decreto de 7 de julio de 1812, los artilleros de la Brigada "Canarias" XVI (BRICAN XVI), recordaron el valor, el amor a la patria y el espíritu de sacrificio que demostraron los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, en un emotivo acto institucional que conmemora la heroica “Gesta del 2 de mayo de 1808”, presidido por el coronel Jefe del Regimiento de Artillería de Campaña número 93 (RACA 93), contó con la presencia de personal militar, autoridades civiles e invitados.


 

Tras la celebración de la Eucaristía, tuvo lugar la parada militar al mando del teniente coronel Jefe del Grupo de Artillería de Campaña I/93 en el Patio de Armas “Plaza de La Laguna”. La formación estuvo compuesta por la Enseña Nacional, Escuadra de Gastadores del RACA 93, Unidad de salvas del RACA 93, Unidad de Música del Mando de Canarias, Banda de Guerra nº2 de la BRICAN XVI y tres unidades tipo batería del RACA 93. Después de la revista a la formación, se continuó con la siguiente secuencia: imposición de diversas condecoraciones, lectura de la lección magistral por parte del capitán más antiguo del RACA 93, acto homenaje a los que dieron su vida por España, finalizando con el compromiso de la Unidad, la interpretación del Himno de Artillería y el desfile de la Fuerza.


 

De los hechos acontecidos durante aquel sangriento dos de mayo de 1808 en el Parque de Monteleón, primer levantamiento en armas de la Guerra de la Independencia contra las tropas francesas del Emperador Napoleón I Bonaparte, no ha lugar a dudas que muchos españoles defendieron nuestra amada Patria hasta exhalar su último aliento. Así lo prueban no solo los heroicos actos de los capitanes Daoiz y Velarde sino también el valeroso comportamiento de la escasa fuerza militar que combatió bajo sus órdenes y la audaz reacción del enardecido pueblo de Madrid que los acompañó a la batalla.