Ejército de Tierra

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RAMON ZULOAGA, EXAMINADOR DE LAS RR.FF. DE PLACENCIA

PIEZA Nº 1963-513: Escopeta de manufactura guipuzcoana, hacia 1820. Cañón con falsa rabera, longitud 942 mm., octogonal en su primer tercio, cilíndrico el resto, con ánima a la española, diámetro 16,5 mm., punzonado “M / ZULU / AGA” y “EXAM / DE LA / Rl. FABRa. / DE PLA / SENCIA”, inscrito en oro HERRADURAS señalando el material utilizado en su forja. La llave, de patilla, inscrita “M (coronada) Zuluaga”, la caja de caña entera, á la romana, la fijación del cañón por abrazaderas, las guarniciones de hierro, inscrito el guardamonte “Ramon Zuluaga”. La longitud total del arma es de 1.360 mm.



En el País Vasco y Cataluña, zonas armeras de España, la producción estaba organizada en régimen gremial, la forja de cañones correspondía a los afiliados al gremio de “cañonistas”, la manufactura de llaves al gremio de “llaveros”, la de guarniciones al de los “aparejeros”, y la de cajas al de “encepadores”, cuyos afiliados se ocupaban también de montar las armas, reuniendo los elementos proporcionados por los ya citados gremios. Resultado de ello, era que todo maestro de determinado gremio debía limitar su producción a la que le competía, y de reunir conocimientos y habilidad para abordar otras, había de renunciar a ello.

Los arcabuceros que ejercían en Madrid no estaban sujetos al régimen gremial, la “Escuela de Madrid” tenía su origen en los arcabuceros que trabajaban para atender la afición de los monarcas hispanos por la caza, origen del cargo de “Arcabucero de S.M.”. Este título constituía máxima aspiración de los arcabuceros figuraban establecidos en Madrid, artífices de una producción de lujo mediante la que satisfacer el gusto de los cortesanos por las armas. La Guerra de la Independencia y el desinterés de Fernando VII por la caza supusieron el fin de la “Escuela de Madrid”, lo que junto a la situación ruinosa de la industria armera catalana hizo posible la primacía de los arcabuceros vascos.

Ramón Zuloaga Ubera (1768-1848) fue maestro examinador en las RR.FF. de Placencia, cargo que lo responsabilizaba de la excelencia de aquella producción en que figurase su marca. En Madrid estaba su hermano Blas, armero de los Rles. Guardias de Corps, que comenzó a trabajar en la Real Armería en 1822, año en el que mandó a su hijo Eusebio con su tío Ramón, para que este le instruyese en el arte de la arcabucería. Eusebio Zuloaga González (1808-1898) se acreditó como el arcabucero más importante de su época. En 1844, cuando ya no existía la plaza de “Arcabucero de S.M.”, Isabel 2ª le concedió este título “con carácter honorario”. Ramón Zuloaga Ubera, eludió las normas del régimen gremial en una escopeta de la Colección del Museo Militar del Castillo de Montjuïc (pieza nº 1963-513), acreditándose como constructor del cañón, llave y aparejos del arma. En el guardamonte hace preceder su apellido por su nombre, “Ramón”, en el cañón lo hace preceder por la inicial “M” en la reseña de un título cuya referencia se reparte en los dos punzones“Maestro Zuloaga, Examinador de las Reales Fábricas de Placencia”, en la llave también lo hace preceder por la inicial “M”, en esta ocasión coronada, en referencia a pertenecer al “real servicio”.

Textos y fotografias de Juan L. Calvó