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miércoles 20 de marzo de 2019

Número: 15

GENESIS DE LA DIVISION DE MONTAÑA “URGEL nº 4”

Conferencia del general de división D. Carlos García Ferrer en la Inspección General del Ejército

Intervención Gral. División Carlos García Ferrer

Intervención Gral. División Carlos García Ferrer (foto: OFICOM-IGE. Cor. Pedraza)

Auditorio en el Salón del Trono

Auditorio en el Salón del Trono (foto: OFICOM-IGE. Sdo. Tarancón)

Entrega detalle el Teniente General Aznar al Gral. Gª Ferrer

El Teniente General Aznar hace entrega de detalle al Gral. Gª Ferrer (foto: OFICOM-IGE. Sdo. Tarancón)

El día 19 de marzo, en el salón del trono de la Capitanía General de Barcelona y bajo la presidencia del teniente general Fernando Aznar Ladrón de Guevara, se inició el ciclo anual de conferencias de la Inspección General del Ejército.
La conferencia tuvo por título: “Génesis de la División de Montaña Urgel nº 4”. Para ello, nos honró con su presencia el general de división Carlos García Ferrer, al que el general Inspector presentó haciendo hincapié en su largo historial montañero, que comenzó como teniente en el Regimiento de Cazadores de Montaña nº4 y en la Escuela Militar de Montaña; prosiguiendo en la 1ª Agrupación de Cazadores de la División de Montaña nº 42 tras su ascenso a Capitán en 1962, para acabar mandando ya en el empleo de General de Brigada en 1988, la Brigada de Cazadores de Montaña LI y, al ser promovido a General de División en 1992, la División de Montaña Urgel nº 4, en el que permaneció todo este empleo, y de la que fue el último general.

El general García Ferrer nos llevó al contexto histórico, iniciándolo en el siglo XVII, en el que se advirtió la necesidad y la creación de Unidades aptas para actuar en toda clase de terrenos, y las vicisitudes que sufrieron a lo largo de su historia.
En su intervención nos contó, como hecho curioso, que las únicas Armas que recibieron el apelativo de ‘cazadores’, ‘cazadores de montaña’ o de ‘montaña’ fueron de Infantería y de Artillería, aunque por motivos diferentes. Las formaciones cerradas de nuestros Tercios no podían mantenerse en terrenos escarpados, y con la utilización generalizada de las armas de fuego, el despliegue en tres líneas, para garantizar la continuidad de las descargas, tampoco podía realizarse en dicha clase de terrenos. El terreno exigía otro tipo de unidades y otra forma de actuación.
A lo largo de su exposición relató el devenir de estas unidades que tras largos años de servicio a España fueron creciendo en número para, luego, ir desapareciendo con las sucesivas reorganizaciones del Ejército de tierra. Al final de su conferencia y centrándose ahora en “su“ División de Montaña “URGEL nº 4”, nos destacó como características: que fue una Gran Unidad, no sólo en el sentido militar de esta expresión, sino en el de “Grandeza” como concepto de superioridad, por su exquisita preparación, su entrega y su afán de servicio a España, que la situaron entre las mejores unidades de nuestro Ejército; adornada con la virtud de la “Humildad”, pues nunca quiso, ni hizo, alardes propagandísticos; recluida en los intrincados parajes pirenaicos, donde desarrolló su labor siempre en silencio, con los hombres y medios disponibles; y finalmente por su perfecta “Integración” en el medio, no solamente en el aspecto táctico sino también en el social.
Finalizó su exposición el general García Ferrer con un sentido recuerdo a las distintas unidades, cuerpos y servicios, que a lo largo de los años integraron su orgánica, algunas con más de trescientos años de antigüedad, cuyas tradiciones la División supo asimilar y, al propio tiempo creando unidad y un sentir montañero por el que siempre se ha identificado. También dedicó un recuerdo a todos los ‘soldados cazadores’, en el más amplio sentido de la expresión, porque el ‘espíritu montañero’ nace del sentir individual y colectivo de quienes prestaron su servicio en unidades de montaña. “La montaña forja un carácter diferenciador capaz de crear lazos permanentes entre quienes convivieron en ella”.