Esta
ametralladora fue usada por los ejércitos británico, belga e italiano, y pronto llegó a
ser una de las más importantes ametralladoras aéreas de guerra.
En 1930 fue
sustituida por diseños más modernos pero, a pesar de ello, hubo todavía un sitio para
ella en la II Guerra Mundial, que fue usada por el ejército británico. A pesar de ello, el ejército americano estaba especialmente en
contra de las Lewis; esto debía de ser porque las primeras 30 fabricadas eran defectuosas
debido a las precipitadas modificaciones del diseño británico 303. Esto fue
fácilmente resuelto, pero no fueron usadas por el ejército más de 2500 ametralladoras
Lewis, e incluso éstas fueron utilizadas únicamente como armas de entrenamiento. |
La Marina de
los Estados Unidos adoptó la Lewis, pero a su llegada a Francia les quitaron estas
ametralladoras y fueron sustituidas por la extraordinaria Chauchat.
La raíz del
problema parece haber sido un conflicto personal entre Lewis y el General de División
Crozier, Jefe de Artillería del Ejército americano. Tras el retiro de Crozier en 1918,
las cosas cambiaron y la Lewis llegó a ser el arma reglamentaria de los Cuerpos del
Ejército del Aire.
La
ametralladora Lewis funcionaba a gas y tenía un pistón bajo el cañón. La parte de
atrás del pistón soporta otro pistón vertical que era encajado en una ranura espiral en
el cerrojo, de modo que al accionar el pistón el cerrojo es girado para abrirse y
después retroceder.
El prendedor
del disparo es unido al pistón que golpea el cartucho a la vez que el pistón recupera su
posición delantera. |