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Ejército de Tierra

Escudo de Armas del IHCM

INSTITUTO DE HISTORIA Y CULTURA MILITAR

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Museo Histórico Militar de Valencia

Indice del Museo:
 

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Regimiento expedicionario, Antequera, Cuba, c.a.. Colección Díaz-Prósper

Azcárraga significó la continuidad de la política española en la guerra, pero el 4 de octubre le sucede en la presidencia el gobierno Sagasta.

Si Cánovas defendió a Weyler contra viento y marea, Sagasta estaba dispuesto a relevarlo, a pesar de que desde La Habana le llegaban opiniones favorables al general. El 9 de octubre era cesado de su cargo Valeriano Weyler y nombrado como sustituto el general Blanco, que en 1896 había sido cesado de la Capitanía General de Filipinas por contemporizador e indeciso.

Blanco tenía instrucciones de Madrid de renunciar a toda ofensiva. El 25 de noviembre Calixto García arrasó Guisa. Evidentemente, los insurrectos no habían recibido la misma orden.

El 26 de noviembre apareció en La Gaceta un real decreto que otorgaba la autonomía a Cuba. Ya era demasiado tarde, los rebeldes cubanos sólo depondrían su actitud con la independencia.

El ambiente se iba enrareciendo cada vez más en la capital. El gobierno autonomista entró en funciones el 1 de enero de 1898. La prensa atacaba al Ejército. Se producían manifestaciones de uno y otro signo. El 12 de enero, como consecuencia de la publicación de algunos artículos, un grupo de militares irritados asaltaron las redacciones de varios periódicos.

El cónsul norteamericano pidió a Washington la presencia en La Habana de buques de guerra, en defensa de los intereses de sus conciudadanos. El acorazado Maine fondeó en el puerto de la capital y el 15 de febrero una explosión produjo su hundimiento, resultando muertos 266 tripulantes. Los americanos acusaron a los españoles. Una comisión americana destinada a investigar el suceso, declaró que una explosión exterior había provocado la catástrofe. La tensión diplomática crecía.

Los Estados Unidos querían controlar Cuba, entre otras causas, por la posición estratégica que la Isla ocupaba frente al golfo de México y estaban dispuestos a comprarla o a luchar por ella. Pero iban, hipócritamente, a justificar su intervención militar alegando razones humanitarias; querían evitar los sufrimientos del pueblo cubano. El 11 de abril, el senado y la cámara de representantes de los Estados Unidos, acuerdan que Cuba es libre e independiente y que si España no renuncia inmediatamente a su soberanía, queda autorizado el Presidente de los EEUU a utilizar todas las fuerzas militares y navales para llevar a efecto lo acordado. El 21 de abril se rompen las relaciones diplomáticas. El 25, los EEUU declaran la guerra a España y comienza el bloqueo de la Isla.

La escuadra del almirante Cervera, que se encontraba en Cabo Verde, recibe la orden de dirigirse a las Antillas, a pesar de que éste había manifestado insistentemente que era imposible derrotar a la flota yanqui, dada la manifiesta superioridad de la misma y que sería más conveniente que su escuadra se dedicara a la protección de las islas Canarias y de la Península ante un previsible ataque de los norteamericanos.

Una vez recibida la orden de zarpar, Cervera escribe al ministro de Marina, "Con la conciencia tranquila voy al sacrificio, sin explicarme ese voto unánime de los generales de Marina, que significa la desaprobación y censura de mis opiniones, lo cual implica la necesidad de que cualquiera de ellos me hubiese relevado". No era sólo Cervera el que tenía esa pesimista impresión. Villaamil, capitán de navío que mandaba la escuadrilla de torpederos, telegrafió a su amigo Sagasta: "Ante la trascendencia que tendrá para la Patria el destino dado a esta escuadra, creo conveniente conozca usted por el amigo que no teme censuras, que si bien como militares están todos dispuestos a morir honrosamente cumpliendo sus deberes, creo indubitable que el sacrificio de este núcleo de fuerzas navales será tan seguro como estéril y contraproducente para el término de la guerra, si no se toman en consideración las repetidas observaciones hechas por su almirante al ministro de Marina".

El ejército español tenía sus fuerzas diseminadas por toda la Isla, aunque en La Habana se encontraba el grueso de las mismas por su importancia estratégica. El 19 de mayo llegó la escuadra de Cervera a Santiago de Cuba, ciudad situada en la parte oriental de la Isla, donde el ejército mambí era más fuerte y controlaba el territorio.

El ataque del ejército estadounidense a Cuba fue encomendado a Nelson A. Miles, General en Jefe del Ejército. Se eligió Tampa como lugar del que partiría el cuerpo expedicionario, denominado Quinto Cuerpo de Ejército. Allí en medio de una caótica y deficiente organización, se concentraron y embarcaron 18.000 hombres y el material de guerra necesario. El 14 de junio, la flota ponía rumbo a Las Antillas. La orden recibida era tomar Santiago en el menor tiempo posible, reembarcar y poner rumbo a Banes y esperar instrucciones.

La flota se encontró frente a Santiago el día 20. El general Shafter, que tenía el mando del Quinto, se entrevistó con el almirante Sampson, jefe de la escuadra que bloqueaba la bahía de Santiago, y con Calixto García. Fue el jefe cubano quien expuso su plan para tomar la ciudad, siendo aceptado por los americanos. Este consistía en desembarcar en Daiquiri y atacar por el este mientras los mambises cercaban el resto del perímetro de la ciudad.

El general cubano Castillo Dunay tomó Daiquiri, cuya guarnición se retiró sin presentar combate; el Quinto Cuerpo desembarcó bajo la protección de los mambises el 22 de junio. Al día siguiente, tras tomar Siboney, la división del general Lawton se encontró con las tropas españoles que estaban parapetadas en las alturas de las Guásimas. Estas eran las fuerzas que habían abandonado Siboney y que el general Linares, Gobernador de Santiago, había reforzado con 1.500 hombres bajo el mando del general Rubín.

QUINTO CUERPO DE EJÉRCITO
General en Jefe. General SHAFTER
Unidades Oficiales Tropa Total
1ª División
General Kent
272 4.924 5.196
2ª División
General Lawton
242 5.145 5.387
División Caballería
General Wheeler
146 2.591 2.737
Bgda. independiente
General Bates
47 1.038 1.085
Brigada Duffield
General Duffield
119 2.424 2.543
Artillería 14 431 445
Cuartel General 38 805 843
Total 878 17.358 18.236

Shafter había dispuesto que la división de Lawton ocupase la vanguardia, la de Kent se situase en las proximidades de Siboney y la de Wheeler en Daiquiri. El día 24 Wheeler decide, por su cuenta, atacar las Guásimas; ordenó a la brigada de Young avanzar pero el fuego de los españoles la frenó. Wheeler pidió refuerzos a Lawton, pero el general Rubín, obedeciendo órdenes, replegó sus fuerzas hacia Santiago. Como consecuencia, los americanos tomaron Las Guásimas, Sevilla y La Redonda; Santiago quedaba más cerca.


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